Economía

Signos de cansancio en la recuperación económica

El Índice Global de la Actividad Económica de México registró en el onceavo mes de 2020 un incremento de 0.9 por ciento en su comparación mensual, según el Inegi.

La actividad económica en México se mantuvo en noviembre del año pasado en la senda de desaceleración y los expertos advierten el riesgo de una contracción por las nuevas restricciones al incremento en los contagios por coronavirus.

El Índice Global de la Actividad Económica de México (IGAE) registró en el onceavo mes de 2020 un incremento de 0.9 por ciento en su comparación mensual, según el Inegi, lo que fue su menor alza desde junio.

A tasa anual, el IGAE registró un descenso de 3.5 por ciento, y con ello acumuló 17 meses en terreno negativo.

"El PIB mensual (IGAE) se desaceleró en noviembre. El sector industrial se recuperó, ya que la construcción compensó el nulo crecimiento de la industria. Mientras tanto, los servicios se aceleraron levemente, luego de que las restricciones suaves permitieron una recuperación adicional en el comercio y la hostelería", dijo Joan Domene, analista para Oxford Economics.

Añadió que las restricciones más estrictas impuestas a mediados de diciembre apuntan a una contracción en el último mes de 2020. "Los datos disponibles apuntan a leves riesgos al alza para nuestra previsión de un crecimiento del PIB del 2.8 por ciento en el cuarto trimestre y la contracción general del 8.7 por ciento en 2020".

Jonathan Heath, subgobernador de Banco de México, publicó en su cuenta de Twitter que el avance de noviembre era una excelente noticia "ya que los indicadores oportunos anticipan una tasa cerca de cero e incluso posiblemente hasta negativa".

Se contrae construcción

Por su parte, el valor de la producción generado por las empresas constructoras en el país en noviembre pasado cayó por segundo mes consecutivo.

De acuerdo con cifras del Inegi, el valor de la producción cayó 0.4 por ciento a tasa mensual lo que representó su segundo mes consecutivo con caídas.

En su comparación anual, el valor real de la producción en las empresas constructoras mostró una variación negativa de 23.8 por ciento.

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