La recuperación económica del país será lenta y prolongada y las finanzas públicas representan un factor de riesgo para el crecimiento, afirmaron los integrantes de la Junta de Gobierno del Banco de México (Banxico).
"La mayoría señaló que la situación de las finanzas públicas constituye un factor de riesgo. Al respecto, uno comentó que entre 2019 y 2020 los Requerimientos Financieros del Sector Público en 2020 se incrementarán de 2.3 a 4.7 por ciento, mientras que su saldo histórico aumentará de 44.8 a 54.7 por ciento como porcentaje del PIB", señalaron la mayoría de los integrantes de la Junta de Gobierno de Banxico en las minutas de política monetaria publicadas el jueves.
De acuerdo con las minutas, algunos miembros de la Junta destacaron que el paquete económico para 2021 representa una continuación de la política de los dos años previos, con énfasis en un manejo austero de las finanzas públicas y en una orientación del gasto hacia programas prioritarios de la administración.
Uno de los integrantes destacó que la asignación de recursos y la rentabilidad social de los proyectos que se prevé financiar comprometerán aún más el crecimiento potencial del país.
Otro funcionario enfatizó la necesidad de considerar una reorientación del gasto gubernamental y fortalecer de manera permanente los ingresos públicos.
Varios miembros también señalaron el riesgo que representa el agotamiento de los recursos de los fondos de estabilización para 2021.
"Argumentaron que algunos de los supuestos en los que descansa el paquete podrían no materializarse, destacando los relacionados con la evolución de la producción de petróleo y la actividad económica", señala el documento.
Las minutas corresponden a la reunión del 24 de septiembre, en la que se recortó por décima primera vez la tasa de interés, quedando en 4.25 por ciento.
Al inicio del año, se encontraba en 7.25 por ciento. La decisión del mes pasado de la Junta de Gobierno fue unánime.
También preocupa Pemex
También, la mayoría mostró su preocupación por la situación financiera de Pemex, puesto que representa un riesgo latente para las finanzas públicas.
"La mayoría externó preocupación por la situación de Pemex. Algunos destacaron la posibilidad de que se requieran apoyos fiscales adicionales. Uno consideró que lo anterior, al igual que una materialización de recortes en la calificación de la petrolera o soberana y presiones de gasto debido a la extensión de la pandemia, podría afectar negativamente a las finanzas públicas", acotaron en el documento.
Joel Virgen, economista en jefe para México de BNP Paribas, dijo que "en la medida en que el gobierno opte por apoyar a Pemex y por tanto mejorar su perfil fiscal y financiero, en esa medida muy probablemente se deterioraría el perfil soberano".
Alejandro Saldaña, gerente de análisis económico de Ve Por Más, indicó que lo alarmante para las finanzas públicas del 2021 es el optimismo de los pronósticos económicos. Advirtió que esto abre el riesgo de que se tenga una sobreestimación de los ingresos y que posteriormente el gobierno tenga que volver a recortar el gasto y esto afectaría negativamente a la recuperación de la economía.
James Salazar, subdirector de análisis económico de CiBanco, dijo que la preocupación de las finanzas es compartida por los analistas privados, y lo que Banxico busca es apoyar la recuperación económica, puesto que la política monetaria por sí sola no es suficiente.
"Es una preocupación generalizada entre los analistas, y en Banxico no es la excepción, junto con la parte de un apoyo de una política fiscal que ayude al crecimiento, que apoye a la política monetaria en el crecimiento", explicó.
Recuperación tardaría 6 años
La mayoría de integrantes de la Junta señaló que la recuperación económica será difícil y prolongada y agregó que además está sujeta a incertidumbre.
Uno de los miembros puntualizó que se anticipa una contracción de 10 por ciento en 2020 y enfatizó que la magnitud de la recuperación en los próximos meses es fundamental para determinar cuánto tiempo tomará regresar al nivel de actividad observado en el tercer trimestre de 2018.
Estimó que la etapa de la recuperación podría durar de dos a seis años, o incluso hasta una década si se considera el PIB per cápita.
Virgen indicó que esta previsión está en línea con su estimado, pues considera que sería hasta 2024 o principios de 2025 cuando se vislumbre el nivel visto antes de la pandemia.
En el texto, los miembros de la Junta destacaron que la modificación de la política monetaria dependerá de factores como perspectivas de inflación y sus expectativas, así como los efectos de la pandemia de COVID-19.
"La mayoría apuntó que las medidas extraordinarias adoptadas por el Instituto Central han atenuado el impacto de la crisis sobre el sistema financiero. Resaltó la importancia de la extensión reciente hasta el 28 de febrero de 2021 de estas medidas para el funcionamiento de los mercados financieros, ante los retos que se siguen enfrentando", expusieron.
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