El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) emitió este miércoles una serie de recomendaciones al gobierno federal tras el memorándum que fue leído a los organismos autónomos del sector energético en julio pasado y con el que la administración busca revertir en buena medida algunos lineamientos de la reforma energética.
En un documento publicado este miércoles, el IMCO recomienda al Gobierno federal reformar a fondo la estructura de Petróleos Mexicanos (Pemex) y de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), así como detener por dos años la construcción de la refinería Dos Bocas y el tren de refinación en el complejo de Cangrejera.
En el memorándum, el gobierno federal pidió a los órganos del sector limitar los permisos a compañías privadas y terminar con cualquier tipo de subsidio que le haya sido otorgado a éstas.
En cambio, el IMCO recomienda al presidente abrir las inversiones a privados en algunos sectores, por ejemplo, para rehabilitar las refinerías existentes e invertir en nuevas plantas hidroeléctricas.
"Buscar alianzas para rehabilitar las refinerías existentes y en cuanto a la extracción, enfocarse únicamente en campos rentables. En el actual entorno global, Pemex será exitoso en producción y refinación sólo si cambia sus estrategias enfocándose hacia la rentabilidad", se lee en uno de los puntos.
El organismo dirigido por Valeria Moy recomienda al Gobierno federal decidir si la construcción de Dos Bocas y el complejo de Cangrejera son viables dos años después de que se concluya la rehabilitación de los seis complejos de refinación de Pemex. También aconseja replantear las proyecciones de producción de crudo.
Respecto a esto último, en el memorándum el Gobierno federal recortó la meta de producción a 2.2 millones de barriles en 2024. Anteriormente el objetivo era de 2.6 millones de barriles para al final del sexenio.
Como parte de la apertura en el sector, el IMCO cree necesario reanudar las rondas petroleras y las subastas eléctricas, canceladas al inicio del sexenio. Esto ha sido señalado anteriormente por expertos del sector y agencias calificadoras ante la falta de presupuesto federal para la puesta en marcha de nuevos proyectos.