Economía

Tecnología, banca y campo ganan en EU

La rebaja de aranceles que forma parte del Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica beneficiará a firmas tecnológicas, instituciones financieras  y productores rurales de Estados Unidos.

Las compañías tecnológicas, los bancos y los productores rurales de los Estados Unidos están entre los más beneficiados por la rebaja de aranceles que es parte del acuerdo comercial destinado a liberar el comercio entre los doce países de la Cuenca del Pacífico, de acuerdo con un texto del convenio dado ayer.

El Acuerdo Transpacífico de Asociación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), que afectará a casi 40 por ciento de la economía mundial, mantiene la protección para un puñado de industrias estadounidenses políticamente sensibles al dejar en vigencia los aranceles existentes durante 30 años para las pickups y trece años para algunos tipos de calzado.

El texto dado a conocer el jueves, al concluir las negociaciones el mes pasado, incluye miles de aranceles que afectan a una amplia variedad de productos fabricados en Estados Unidos desde las motos Harley Davidson que se venden en Malasia a los asientos para inodoro exportados a Vietnam y las turbinas de General Electric. "Vemos beneficios muy generalizados en toda la economía", dijo Michael Froman, representante comercial de EU.

Aún está pendiente la ratificación de los doce países que participan en el TPP y en Estados Unidos significa un preaviso de 90 días al Congreso y un período de revisión pública de 60 días como mínimo antes que los legisladores sometan el tratado a votación, lo que podría ocurrir hasta marzo.

Con la publicación, defensores y detractores del acuerdo tienen material para sus argumentos.

El TPP es el acuerdo comercial más importante que ha negociado Estados Unidos desde el Acuerdo de Libre Comercio de América del Norte y es un logro significativo del presidente Barack Obama, que se ha esforzado para reafirmar la influencia estadounidense en la región del Pacífico.

Pese a que China no está entre los signatarios, el tratado refleja uno de los principales puntos de fricción entre las dos mayores economías del mundo al exigir que los países participantes declaren ilegal el robo de secretos industriales, incluyendo explícitamente los robos a través de la piratería informática.

Los funcionarios comerciales de EU dicen tener la esperanza de que las normas no sólo disuadan la piratería que se origina en los doce países del TPP sino que además sienten un precedente internacional que se convierta en la norma en los acuerdos con otros países, incluyendo eventualmente a China.

El tratado es pieza fundamental de la estrategia de Obama de contrarrestar la creciente influencia económica de China y apuntalará su postura diplomática cuando se reúna en Asia en menos de dos semanas con los líderes regionales.

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