El confinamiento que obligó la pandemia de COVID-19 fue un fuerte golpe en la vida y desarrollo profesional de Annel Ireta.
Antes de la crisis ella vivía un buen momento laboral porque estaba probando sus habilidades multitasking, hacía más de lo que su puesto exigía en un despacho de abogados, y aprendía tareas nuevas; pero esa situación cambió radicalmente, y ahora su tiempo lo dedica a buscar un empleo que llene sus expectativas, y pueda satisfacer sus necesidades económicas.
La mujer de 37 años de edad trabajó como asistente administrativa hasta julio de 2020 en el despacho V&A Ambiental y Social.
Sin embargo, los socios abogados ya no pudieron soportar los gastos de nómina de toda la plantilla porque hubo clientes que dejaron de pagar; a esta situación se sumó una suspensión de actividades de los tribunales judiciales, lo que también afectó la operación cotidiana del despacho.
De marzo a julio continuó recibiendo su salario, incluso, algunos días el despacho les pagó transporte especial para ir a la oficina y disminuir el riesgo de contagio en el colectivo, sin embargo, el bufete después ya no pudo costear esa ayuda a sus empleados.
Entonces comenzó a trabajar en un esquema home office en el que contestaba llamadas, llamadas y más llamadas, pero pronto esa labor pasó a tercer plano para el despacho.
"En pocas palabras, la pandemia me pasó a descontrolar en todo", dice entre suspiros la madre de tres hijos, y esposa.
Annel cuenta que era feliz en su trabajo. "Estaba probando mis capacidades y habilidades, hacía varias cosas al mismo tiempo, además de lo que me pedía mi jefa la contadora. Lo que saliera yo decía 'te apoyo', me probé a mí misma y sentí que iba bien, yo iba creciendo en el despacho y llega esto (pandemia) y todo se va para abajo", señala Annel en entrevista.
Relata que lo más difícil en estos meses ha sido hallar un empleo que cubra su expectativa en horarios y salario. Su sueldo rondaba los 9 mil pesos mensuales más prestaciones, pero las vacantes que ha encontrado están por debajo de ese monto.
"No hay mucho empleo, es muy poco (el salario que ofrecen). Estoy buscando trabajo igual de asistente o auxiliar administrativo, o de recepcionista, ahorita está muy complicado porque he mandado infinidad de currículums y no he tenido respuestas", lamenta.
Con información de Cristian Téllez.