Economía

Trabajadores inmigrantes elevan la productividad de los países que los acogen: FMI

La contribución que hacen los inmigrantes a la productividad de economías avanzadas como Estados Unidos se explica porque los trabajadores nativos e inmigrantes traen al mercado laboral un conjunto diverso de habilidades.

Los inmigrantes en las economías avanzadas aumentan la producción y productividad del país que los recibe, pero no ocurre así cuando llegan a mercados en desarrollo y economías avanzadas, por la dificultad que enfrentan para integrarse al mercado laboral, concluyó el Fondo Monetario Internacional (FMI).

"Un aumento de 1 punto porcentual en la entrada de inmigrantes en relación con el empleo total aumenta la producción en casi un 1 por ciento para el quinto año", señala el informe del Capítulo 4 de las Perspectivas Económicas Mundiales, "Los efectos macroeconómicos de la Migración Global".

En el caso de México, el PIB cae como ocurre en las economías de emigración como Europa, pero aumenta el ingreso per cápita, apoyado en el envío de remesas, señala el informe.

"El impacto positivo en el ingreso per cápita en México es particularmente fuerte una vez que se supone que los migrantes aumentan la Productividad Total de los Factores (TFP por sus siglas en inglés) en los países de destino. En este caso, las remesas de los migrantes mexicanos aumentan, mientras que los vínculos comerciales con América del Norte y los precios mundiales más altos para las exportaciones de petróleo (debido al aumento del PIB mundial) elevan la economía mexicana", explica el documento.

La contribución que hacen los inmigrantes a la productividad de economías avanzadas como Estados Unidos se explica porque los trabajadores nativos e inmigrantes traen al mercado laboral un conjunto diverso de habilidades, que se complementan entre sí y aumentan la productividad del país receptor e incluso benefician el ingreso promedio de los nativos.

Sin embargo, el impacto positivo de la productividad no es visible para la inmigración de refugiados en los mercados emergentes y las economías en desarrollo, reflejo de las dificultades que enfrentan estos migrantes para integrarse en los mercados laborales locales.

En 2019 hubo 270 millones de personas en el mundo en condición de migrantes, individuos no viviendo en su país de nacimiento, que como volumen de la población mundial se ha mantenido estable en 3 por ciento en los últimos 60 años.

Sin embargo, la presencia de migrantes en economías avanzadas aumentó su participación al 12 por ciento desde el 7 por ciento en 1990; en tanto que en los mercados emergentes y economías en desarrollo constituyen el 2 por ciento de la población.

El impacto de la pandemia

La pandemia ha llevado a una interrupción de la migración, puede aumentar el sentimiento general de reticencia en la apertura y tener efectos a más largo plazo en la disposición de los países a recibir migrantes, en tanto que una menor inmigración y un alto desempleo en las economías de destino, dañarían a los países de origen, especialmente a los más pobres, que dependen significativamente de las remesas que los migrantes envían a sus hogares.

"Las políticas fiscales y del mercado laboral deberían utilizarse para apoyar los ingresos y la recapacitación de los nativos que enfrentan dificultades en el mercado laboral. Además, el mercado laboral activo y las políticas de inmigración orientadas a la integración de los inmigrantes, como la capacitación en idiomas y la validación más fácil de los títulos profesionales, pueden ayudar a construir resultados aún mejores de la inmigración en los países receptores", recomienda el FMI.

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