Economía

Tras 'fricciones' en el diálogo comercial, EU y China analizan disminución de aranceles

Tres fuentes señalaron que los equipos de ambas naciones están tomando los puntos discutidos en mayo para revisar el tema de los gravámenes.

El acuerdo comercial que estaban trabajando Estados Unidos y China, el cual se desmoronó hace seis meses, ahora se está utilizando como punto de referencia para decidir cuántos aranceles deberían revertirse en la fase inicial de un pacto más amplio, dijeron este martes personas familiarizadas con las conversaciones.

Las dos partes, que están enredadas en duras, quizás finales, negociaciones sobre un acuerdo de 'fase uno', están discutiendo vincular el tamaño de las reducciones arancelarias a los términos preliminares establecidos en ese fallido acuerdo de mayo, según las fuentes, dos de las cuales indicaron que la Casa Blanca todavía está debatiendo el porcentaje preciso internamente.

Los chinos han exigido que todos los gravámenes impuestos después de ese mes se eliminen de inmediato y luego los aranceles anunciados antes de eso se levanten gradualmente, según una de las personas.

Los lineamientos en discusión para una posible reversión incluyen los aranceles iniciales sobre alrededor de 250 mil millones de dólares en productos chinos que el presidente Donald Trump impuso el año pasado, señalaron dos personas.

Algunos de sus asesores presionaron anteriormente para mantenerlos en su lugar a largo plazo, con el fin de garantizar que China cumpla con su parte del acuerdo, pero ahora están abiertos a un 'alivio' parcial para que se firme el acuerdo de la 'fase uno'.

Con las economías de ambos países, y, más ampliamente, en todo el mundo, mostrando signos claros de 'suavidad' respecto a los aranceles, los negociadores están bajo una presión creciente para firmar un acuerdo... o al menos parte de él.

Pero con miles de productos estancados por los gravámenes del año pasado, las dos partes tienen la complicada tarea de clasificar y decidir qué productos reciben 'alivio' o no.

Los funcionarios estadounidenses tienen opiniones diferentes sobre cuánto cubriría la 'fase uno' y qué parte de los aranceles que la administración de Trump debería acordar revertir, comentaron dos fuentes familiarizadas con el asunto.

La cifra interna en discusión oscila entre alrededor del 35 por ciento, impulsada por el representante comercial de EU, Robert Lighthizer, al 60 por ciento que Trump ha dicho que el acuerdo abarca, según los entrevistados, que pidieron no ser identificados porque las conversaciones son privadas.

Una vez que ambos países hayan establecido un número, la tasa arancelaria podría reducirse por el porcentaje acordado o las tarifas podrían eliminarse en función de esa cifra.

Un portavoz de Lighthizer no respondió a una solicitud de comentarios y la Casa Blanca declinó hacer comentarios.

Los analistas destacan que la primera fase cubre significativamente menos de lo que Trump ha estado prometiendo públicamente, porque deja sobre la mesa la mayoría de los asuntos espinosos en el 'corazón' de la disputa comercial.

También existe un escepticismo generalizado en ambos lados de que los países llegarían a un acuerdo de 'segunda fase', que abordaría las reformas estructurales.

Trump, que llama a la fase uno un acuerdo "sustancial", durante semanas ha estado tratando de vender el acuerdo a nivel nacional y rechazar las críticas sobre el alcance limitado del acuerdo.

"Terminaremos la gran parte de la Fase Uno del acuerdo, luego nos dirigiremos directamente a la 'fase dos'", tuiteó el 13 de octubre.

El Gobierno de Trump tiene impuestos a la importación sobre alrededor de 360 mil millones de dólares en productos de China y ha amenazado con imponer nuevos gravámenes a otros 160 mil millones de dólares en productos el 15 de diciembre.

Antes de que las conversaciones de mayo se derrumbaran, Estados Unidos tenía aranceles del 25 por ciento sobre unos 250 mil millones de dólares en importaciones.

El acuerdo de la 'fase uno', si se finaliza, probablemente incluiría la eliminación de los gravámenes que entraron en vigencia en septiembre y el lote adicional que entrará en vigencia en diciembre, indicaron dos personas.

'Discusiones exhaustivas'

El vínculo de una reversión con el tamaño del posible acuerdo fue insinuado por el Ministerio de Comercio de China la semana pasada.

"Si China y Estados Unidos alcanzan un acuerdo de 'fase uno', el nivel de eliminación de aranceles debería reflejar la importancia del acuerdo de fase uno", indicó el portavoz Gao Feng.

"La importancia del acuerdo de la 'fase uno' debe ser evaluada por ambas partes y las dos partes están en discusiones exhaustivas".

El Ministerio de Comercio no respondió a una solicitud de comentarios por fax.

Las negociaciones, que normalmente son a puerta cerrada, se han extendido recientemente a los mercados financieros mundiales, y las dos partes confirmaron hace casi dos semanas que reducirían los aranceles en cualquier acuerdo, antes de que Trump mencionara que no había acordado nada.

Desde entonces, ha amenazado con más aranceles si no se llega a un pacto, incluso cuando los funcionarios estadounidenses han señalado que las conversaciones están en las etapas finales.

Este es el primer indicio de que los dos equipos están basando su discusión en el texto del acuerdo de mayo, que Estados Unidos acusó a China de incumplir.

Trump tuiteó en octubre que el acuerdo de la 'fase uno' cubriría aproximadamente el 60 por ciento del "acuerdo total", aunque no se sabe si ese pacto total es el mismo que el de mayo.

El movimiento para vincular la reversión de aranceles y el tamaño del acuerdo parecen tener la intención de darle a Beijing un incentivo para aceptar porque responde a una demanda clave de China: que haya un camino claro para la eliminación de gravámenes.

La falta de una promesa de Estados Unidos de eliminar todos los aranceles fue una de las razones por las que China dio 'portazo' a las conversaciones en mayo.

Pero el debate sobre el tamaño del acuerdo de la 'primera fase' y el vínculo con los deberes coloca a Trump en una posición en la que puede hacer más concesiones de lo esperado en su herramienta de apalancamiento: los gravámenes.

Cuanto más se prolongan las negociaciones, más incertidumbre surge para las empresas que tienen que planificar los envíos para la temporada navideña y el año nuevo. La amenaza de Estados Unidos de imponer más aranceles el próximo mes aún no está descartada, y China ha prometido tomar represalias.

Cuando las dos partes acordaron un acuerdo limitado de 'fase uno' en octubre, se esperaba que se firmara en noviembre, cuando los dos presidentes podrían haberse reunido en una conferencia internacional.

Pero después de la cancelación de esa reunión debido a los disturbios en Chile, Trump y el presidente chino, Xi Jinping, aún no han acordado un nuevo lugar y fecha de firma.

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