MIAMI.— El gobierno de Donald Trump dijo el martes que planea postular al principal funcionario de la Casa Blanca para América Latina a la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo, intentando romper una tradición de seis décadas en la que el titular de esa institución financiera siempre ha surgido de candidatos de la región.
El Departamento del Tesoro dijo que Mauricio Claver-Carone podría aportar un liderazgo único que ayudará a América Latina y el Caribe a superar las secuelas de la pandemia de coronavirus, que amenaza con sumir a la región en una de sus peores crisis económicas en décadas.
"El BID se encuentra en una coyuntura crítica porque la región enfrenta desafíos cada vez mayores para el crecimiento económico y el desarrollo sustentable, en particular frente a la pandemia global", afirmó el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, en un comunicado.
Desde su fundación en 1959, el BID, con sede en Washington, ha sido presidido por alguien de América Latina. El titular actual, el colombiano Luis Alberto Moreno, habrá de dejar el cargo que ha ocupado durante 15 años después de las elecciones programadas para septiembre de las que surgirá su sucesor.
Claver-Carone, director sénior para asuntos del Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional, es el principal arquitecto de la política del gobierno de Trump de "máxima presión" ejercida contra el presidente venezolano Nicolás Maduro y sus aliados izquierdistas, Cuba y Nicaragua, partes a las que su exjefe, el otrora asesor de Seguridad Nacional John Bolton, llamaba la "troika de la tiranía".
En una entrevista, Claver-Carone -abogado cubano-estadounidense-, dijo que en las últimas semanas, diversos presidentes y funcionarios de la región con los que se ha comunicado a diario, le solicitaron diera el paso excepcional de buscar el máximo cargo del BID porque desean que Estados Unidos movilice capital e inversiones a fin de lograr una rápida recuperación en la región tras la pandemia de coronavirus.
"La principal queja perenne respecto del BID es que a Estados Unidos nunca le interesó lo suficiente el BID, que Estados Unidos no presta atención", afirmó. "En el gobierno de Trump estamos cambiando eso".
Si es elegido, Claver-Carone dijo que ocuparía el cargo por un solo periodo de cinco años. También se ha comprometido a reformar al BID para imponer límites al número de periodos de los futuros titulares a fin de reflejar la evolución de las normas democráticas de la región.
"Una costumbre que casi no se menciona es que durante 60 años únicamente ha habido cuatro presidentes", apuntó. "Estas presidencias de 15-20 años deben terminar".
Como el principal accionista del banco, Estados Unidos lo controla tradicionalmente tras bambalinas, mediante un veto de facto sobre las principales decisiones y un asiento reservado para un estadounidense: el del poderoso vicepresidente ejecutivo de la institución.
El gobierno de Trump propuso discretamente a Claver-Carone para la vicepresidencia del banco a principios de año, pero Moreno rechazó esa candidatura. Según una persona enterada de la situación, Moreno consideró las políticas de línea dura de Claver-Carone incompatibles con la misión de desarrollo del banco. La persona aceptó hacer declaraciones bajo condición del anonimato debido a las susceptibilidades políticas en torno a la nominación estadounidense.
Un exfuncionario del banco, que también solicitó el anonimato, dijo: "La pregunta es: ¿Cederán Brasil, México y Argentina a las pretensiones de Trump?"
Aunque ningún candidato ha sido propuesto formalmente aún para suceder a Moreno, varios gobiernos han mencionado de manera informal a sus aspirantes, como la expresidenta costarricense Laura Chinchilla, y el argentino Gustavo Béliz.
Claver-Carone dijo que ha decidido postularse con el respaldo del mandatario brasileño Jair Bolsonaro, el aliado más firme de Trump en la región. Señaló que más de una docena de otros países han comprometido en privado su apoyo, aunque Ecuador es el único que lo ha hecho públicamente.
El respaldo de Brasil daría gran impulso a la candidatura de Claver-Carone. La votación es proporcional a la participación accionaria de cada uno de los 48 países miembros. Estados Unidos tiene 30 votos y necesitaría el apoyo de 15 de los 26 países prestatarios.
El banco declinó hacer declaraciones.
Claver-Carone fue antes el director ejecutivo estadounidense para el Fondo Monetario Internacional y también ocupó una alta posición en el Departamento del Tesoro. El funcionario, que trabaja en la Casa Blanca desde 2018, también encabezó el programa Crecimiento en las Américas para apoyar el desarrollo de proyectos de energía e infraestructura en la región.
Claver-Carone cree que es más conocido por "enfrentar a los tipos malos". El principal de todos es Maduro, a quien Estados Unidos ha intentado derrocar infructuosamente desde hace 17 meses, mediante sanciones, acusaciones penales formales y el reconocimiento del legislador Juan Guaidó como el gobernante legítimo de Venezuela.
El año pasado, Claver-Carone tuvo una participación importante en conseguir que el banco cancelara su reunión anual que se efectuaría en China debido a la negativa de Beijing de permitir la asistencia de un representante de Guaidó.