El impuesto fronterizo, mejor conocido como BAT, finalmente no llegó.
En su propuesta fiscal, el presidente de EU, Donald Trump, dejó fuera esta iniciativa creada por los legisladores republicanos pero pidió una tasa corporativa de 15 por ciento, que se aplicaría a grandes como pequeñas empresas.
Ayer, la Casa Blanca develó su propuesta por el secretario del Tesoro Steven Mnuchin, y el asesor en jefe en temas económicos Gary Cohn.
"Vamos a reducir impuestos a las empresas para que sean más competitivas y a los estadounidenses, especialmente a los de bajo y medio ingreso", dijo Cohn.
Sin embargo, los funcionarios no especificaron como se solventaría la caída prevista en los ingresos, estimada al menos en 180 mil millones de dólares al año y agregaron que traería crecimiento económico.
REPATRIACIÓN DE CAPITALES
El plan incluye incentivos para la repatriación de capitales al fijar un impuesto único, sin detallar el nivel, con ello, se buscaría atraer a EU cerca de 2.6 billones de dólares que las empresas de ese país mantienen en el extranjero.
Manuel Molano, del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), consideró que el incentivo para el regreso de los capitales no tendrá grandes repercusiones en el país.
"En México no están líquidos, están líquidos en países como Irlanda corporaciones tipo Apple, están líquidos en naciones mucho más amables para el tema de impuestos", dijo Molano.
Pero donde el especialista sí ve una afectación es alrededor de la inversión nueva que podría optar por EU ante un código fiscal más amigable con las corporaciones.
Para contrarrestar esta posible pérdida de competitividad, Carlos Vargas, socio de Impuestos Corporativos de KPMG México pidió que bajen las tasas impositivas.
Sin embargo el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, previamente había descartado cualquier ajuste ante la situación actual de las finanzas públicas.
*Con información de Valente Villamil y Zenyazen Flores