El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este lunes que su administración discutirá un posible recorte a impuestos sobre nómina con el Senado en aras de buscar un "alivio sustancial" para el impacto en la economía por el brote de COVID-19.
Trump, hablando en una conferencia de prensa de la Casa Blanca, agregó que su administración planea hablar con los legisladores el próximo martes, buscando ayudar a los asalariados por hora "para que no sean penalizados por algo que no es su culpa".
Trump adelantó que planea el anuncio de acciones "muy dramáticas" para apoyar la economía estadounidense en una conferencia de prensa el próximo martes, después del encuentro con los legisladores.
"Estaré aquí mañana por la tarde para informarle sobre algunos de los pasos económicos que serán importantes", remarcó.
La presión sobre Trump para que tome medidas más decisivas en respuesta al COVID-19 han aumentado, esto después de que el número de contagios en EU y en todo el mundo sigue al alza.
Este lunes, los índices en Wall Street cayeron más de 7.5 por ciento el lunes, el por día para los mercados en EU desde la crisis financiera, esto después de que una 'guerra' en los precios del petróleo en toda regla sacudió a los mercados financieros que ya estaban en 'terreno' peligroso.
La declaración de Trump marcó un cambio en la posición reciente de su administración sobre la necesidad de un estímulo económico para EU.
La semana pasada, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo que la administración no está considerando una reducción de impuestos sobre la nómina como parte de su respuesta al coronavirus.
Agregó que la venta masiva de acciones provocados por el virus no es comparable con la crisis financiera de hace una década. "Superaremos esto", afirmó ante los periodistas el pasado 3 de marzo. Los cambios en el mercado están sucediendo porque "los mercados luchan por evaluar nuevos riesgos".
Los republicanos en el Congreso han comenzado a plantear sus propias ideas, pero habían estado esperando noticias de Trump antes de hacer propuestas específicas.
La idea de reducir los impuestos sobre la nómina ha ganado popularidad en el Congreso entre algunos legisladores republicanos, pero son los demócratas, incluido el legislador Richard Neal, presidente del Comité de Medios y Arbitrios, quienes objetan la redacción de impuestos.
"Hay otras cosas que podemos hacer que tienen más inmediatez", puntualizó.
Los demócratas y algunos republicanos también han respaldado tomar medidas para proteger a los trabajadores que no tienen una licencia por enfermedad con sueldo suficiente o el mínimo para poder someterse a cuarentena durante 14 días, como recomiendan los funcionarios sanitarios.
Más de una cuarta parte de los trabajadores privados de EU no tienen derecho a una licencia por enfermedad en sus trabajos, incluidos más de la mitad de los trabajadores a tiempo parcial. Según datos del Gobierno estadounidense, aproximadamente un tercio de los trabajadores privados de EU no obtienen beneficios médicos a través de su empleo.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, están pidiendo una licencia ampliada por enfermedad con sueldo; un seguro de desempleo mejorado para los despedidos debido a la crisis del COVID-19; la expansión de los cupones de alimentos y almuerzos escolares; protecciones contra el aumento de precios y pruebas de virus gratuitas.
También quieren que la administración estadounidense reembolse los costos del tratamiento del coronavirus no cubiertos por el seguro. Los detalles exactos sobre cómo alcanzar estos objetivos aún no se han resuelto.
Trump agregó este lunes que el Gobierno está trabajando con las industrias de viajes y hotelería para contener la propagación.
"Queremos que la gente viaje a ciertos lugares y no a otros lugares en este momento", dijo Trump, sin dar más detalles.
El vicepresidente Mike Pence, a quien Trump recurrió para liderar la respuesta de la administración ante el brote, reiteró la posición de que "el riesgo de contraer el coronavirus al público estadounidense sigue siendo bajo y el riesgo de enfermedades graves entre los estadounidenses continúa en el mismo nivel".