MONTERREY.- El último gran proyecto gubernamental públicamente conocido que está por construir el polémico Grupo Higa que financió una casa al Secretario de Hacienda, entró ayer en una fase de definición.
La centenaria The Nature Conservancy (TNC), organización no gubernamental dedicada a la vigilancia ambiental basada en Virginia, Estados Unidos, entregó ayer a autoridades locales un estudio sobre Monterrey VI.
Es el nombre del proyecto cuya principal infraestructura consiste en un gigantesco ducto que pretende llevar agua desde Veracruz hasta Nuevo León y cuyo costo total podría rondar los 50 mil millones de pesos. El análisis fue recibido por el Servicio de Agua y Drenaje de Monterrey (SADM), dirigido por Emilio Rangel Woodyard.
"Vamos a analizarlo, lo acabamos de recibir hace unos momentos en esta reunión y vamos a hacer unas mesas de trabajo para en 15 días poder sacar las conclusiones", expresó Rangel Woodyard, director de SADM, luego de la reunión en la que también estuvo presente Roberto Olivares, director general del gremio que agrupa a distribuidores nacionales de agua, la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento de México.
"El estudio no dice si (Monterrey VI) se debe hacer o no. Simplemente hay algunos elementos técnicos que vamos a aportar", destacó Juan Bezaury, representante en México de esta organización.
El estudio hace observaciones, comentó, acerca de los volúmenes del Río Pánuco en algunos meses del año, lo cual se puede resolver con infraestructura.
"La Cuenca del Pánuco no se va a secar, pero hay déficit en algunos meses del año que se pueden resolver con infraestructura", indicó Bezaury.
Rangel Woodyard dijo que la empresa, promotora del proyecto, siempre ha tenido la apertura para recibir todas las recomendaciones y enriquecer el proyecto aprobado desde octubre del 2010.
Sin embargo, desde su concepción recibió críticas de organizaciones civiles y políticos que cuestionan principalmente, su utilidad.
"Por supuesto que un proyecto de esta magnitud tiene muchas aristas", reconoció.
La Cámara de la Industria de la Transformación de Nuevo León (Caintra) cuestionó esta semana la razón de que una empresa con posible conflicto de interés, como Grupo Higa, tendrá una participación considerable en la construcción del acueducto Monterrey VI, que tendrá, según Rangel, del SADM, aportaciones federales por más de 3 mil millones de pesos.
La obra, dijo ayer Rangel, se hará en base a una Asociación Público-Privada y el costo inicial para su arranque será de 14 mil 161 millones de pesos, monto que está por debajo del techo que fijó la Hacienda.
"El proyecto está siguiendo su curso. En septiembre del 2014 se dio el fallo y actualmente estamos en la etapa preliminar, en trabajos de topografía. Es un proyecto que va a durar hasta el 2018".
Rechazó que el recorte del gasto público federal por 124 mil millones de pesos previsto afecte a Monterrey VI, ya que el dinero a fondo perdido que aportará el Gobierno está firme.
No obstante, el martes, Álvaro Fernández Garza, director general del poderoso Grupo Alfa y presidente de la Caintra cuestionó firmemente el proyecto: "¿Es Monterrey VI la solución? Y según SADM, sí es la única solución para tener agua de forma permanente, pero el estudio de TNC revela lo contrario y de ahí surge la polémica", agregó.
"¿Realmente la licitación está bien hecha? y ¿Por qué está Grupo Higa ahí metido?", preguntó el líder de los industriales de Nuevo León.
Ayer, Juan Bezaury, de TNC, trató de desmarcarse de los cuestionamientos vertidos sobre el proyecto.
"Nuestro papel no es cuestionar ni avalar este proyecto", subrayó. "Es simplemente aportar elementos técnicos para compararlos con los de ellos".
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