El exsecretario de Hacienda y Crédito Público, Carlos Urzúa, advirtió que México puede perder el arbitraje que Manuel Bartlett, director general de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), inició en contra de las compañías IEnova y TC Energy —antes TransCanada— por la construcción del gasoducto marino Texas-Tuxpan.
En entrevista con el semanario Proceso, Urzúa se pronunció en contra de conflictos de interés del jefe de la Oficina de Presidencia, Alfonso Romo; en contra de la cancelación del Aeropuerto de Texcoco; de la construcción de la refinería de Dos Bocas, y ve riesgos en el plan de negocios de Pemex, pero está a favor del Corredor Transístmico.
Sobre el incumplimiento de contratos de CFE, acusó que Bartlett "encontró varios contratos de empresas extranjeras de construcción de gasoductos que para él son un robo a la nación. Bartlett no quiere entregar ese gasoducto y pretende renegociar el contrato, pero no está evaluando correctamente su costo, porque al parecer no entiende el concepto de valor presente".
Por ello, Urzúa dijo que "mientras ese pleito dura, el gasoducto no se podrá utilizar, lo que nos dejaría imposibilitados de satisfacer un tercio de la demanda de gas. El pleito va a durar años y es muy probable que México lo pierda, además de que no podremos usar ese gasoducto".
El exfuncionario señaló que el principal conflicto de interés de este gobierno se llama Alfonso Romo, quien impuso a Margarita Ríos-Farjat en el SAT y a Eugenio Nájera en Nafin y Bancomext.
"Ideológicamente Romo es un hombre de extrema derecha y en términos sociales oscila entre el Opus Dei y los Legionarios de Cristo. ¿Cómo un hombre así... , acabó no solo siendo amigo de López Obrador, sino incluso siendo el jefe de la Oficina de la Presidencia?", cuestionó.