El ganado de Estados Unidos está actualmente más gordo que nunca, lo que indica que se terminarán los siete años de precios récord de la carne vacuna en momentos en que se acumulan las pérdidas de los dueños de "feedlots" estadounidenses.
Tom Fanning, que administra una manada de "feedlot" de 30 mil cabezas en Buffalo, Oklahoma, dice perder de 100 a 300 dólares por animal que vende a los mataderos, aun cuando los animales son más grandes y producen más carne que nunca.
A otros productores les va peor. En promedio, las pérdidas de la industria comenzaron en diciembre y llegaron a 420 dólares por cabeza este mes, calcula el Centro de Información de Comercialización de Ganado.
Los futuros de ganado se desplomaron 23 por ciento respecto del máximo histórico de hace un año en tanto el stock ganadero de Estados Unidos comenzó una expansión largamente esperada y los consumidores eligieron alternativas más baratas como el pollo y el cerdo.
Esto afecta a los dueños de feedlots que compran novillos de un año y los crían con una dieta basada en su mayor parte en maíz durante más de cuatro meses. Para atenuar los perjuicios, los operadores como Fanning sacan provecho de la abundancia y el bajo costo del grano reteniendo a los bovinos un mes más de lo normal, lo que significa que el animal engorda y genera más ingresos.
"Sigue teniendo sentido desde el punto de vista económico engordarlos algunas libras con la mayor eficiencia posible", dijo Fanning, de 50 años, quien dirige Buffalo Feeders LLC desde hace 15 años. Su ganado pasa unos 150 días comiendo grano antes de la venta, unos 25 días más que hace dos años, lo que suma cuatro libras (1.8 kilogramos) de peso por día, agregó.
OFERTA CRECIENTE
En promedio, el mes pasado los animales pesaban mil 390 libras (630 kilogramos) cuando se los vendió a los frigoríficos, un máximo histórico, muestran los datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA, por sus siglas en inglés). El aumento interanual de 2.6 por ciento fue el mayor incremento anual en más de una década. En Iowa, el estado de mayor producción de maíz, algunos bovinos superaron las 2 mil libras y se los retiene de 30 a 60 días más de lo normal, dijo Ed Greiman, que dirige un feedlot en Garner, Iowa.
El mayor peso de los animales contribuye a aumentar la oferta nacional de carne vacuna, que había caído y llevado los precios minoristas a dar un salto. El 10 de noviembre, el USDA pronosticó que la producción del cuarto trimestre crecerá 1.8 por ciento interanual y que en 2016 la producción se incrementará 4.8 por ciento, el primer aumento en seis años.
El stock ganadero estadounidense había caído a su menor tamaño desde 1952 luego de que la sequía de 2012 afectó las pasturas e hizo que los futuros de maíz treparan a un récord. Impulsados por el aumento de la carne vacuna, los ganaderos muestran señales de estar reconstruyendo sus existencias. Al 1 de julio, el stock ganadero llegaba a 98.4 millones de cabezas, un 2 por ciento más que un año antes y el primer incremento para esa época del año desde 2006, informó el USDA el 25 de julio. Al 1 de noviembre, los feedlots tenían más animales que nunca desde 2012 para esa época del año y crecían al ritmo más veloz en cuatro años, muestran los datos del gobierno.