La decisión de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) de permitirle a Pemex Transformación Industrial (TRI) imponer de manera libre los precios de venta de primera mano para distribuidores de combustibles, tendrá como efecto una menor inversión en la construcción de infraestructura de importación y almacenamiento, según expertos.
"Con esto se rompen las reglas, ahora los que queremos importar vamos a tener una relativa competencia desleal, pues Pemex tiene ya la infraestructura y podrá imponer de forma autónoma los precios, sin que se los dicte la CRE. Con esto también se acaba la asimetría que la propia reforma energética había planteado", explicó Fernando González, vicepresidente de Onexpo Valle de México.
En diciembre de 2018, la CRE emitió un acuerdo para igualar las condiciones del mercado en beneficio de los privados. Hasta ahora, los privados tienen el 16 por ciento de la participación de mercado en la importación de gasolinas y el 28 por ciento en la compra de diésel al extranjero, según la Secretaría de Energía.
Ahora, con la medida revertida por la CRE, Pemex tampoco se verá obligado a publicar de forma periódica los precios en el que vende los combustibles a sus competidores.
"Creo que hay mucho riesgo en que deje de publicar los precios. Los comercializadores, o sea quienes le están compitiendo a Pemex, necesitan saber a qué precio vende Pemex, sino no hay forma", dijo Alejandro Montufar, CEO de la consultora PetroIntelligence.