El gobierno federal le da dinero a Pemex con una mano y se la quita con la otra.
La Secretaría de Hacienda, que dio a Pemex 26 mil 500 millones de pesos (mil 400 millones de dólares) este año para ayudar a la empresa productiva del Estado a sortear su peor crisis financiera en la historia, le ha costado al gigante petrolero esa cantidad y más este año al obligarla a vender gasolina y diésel por debajo de los precios internacionales, según datos compilados por Bloomberg.
La pérdida en los últimos 4 meses: 29 mil millones de pesos.
Aunque esto ayuda a los automovilistas, empeora la situación de Pemex, con una deuda de casi 100 mil millones de dólares y una caída de 11 años en la producción de crudo.
En un guiño a los inversionistas mundiales, la Secretaría de Hacienda dijo en abril que trabajaría con Pemex para "definir los mecanismos más adecuados para ayudar a la empresa y fortalecer su situación financiera".
"El precio al público tiene que ser notablemente mayor que el precio spot de esos productos", dijo Adrián Lajous, director general de Pemex entre 1994 y 1999, en una entrevista telefónica desde la Ciudad de México. "Es difícil entender cómo el precio de la fórmula de la Secretaría de Hacienda podría ser menor (que el costo internacional promedio)".
México utiliza en promedio 198 millones de litros (1.24 millones de barriles) de combustible por día, de acuerdo con datos del gobierno, y más de la mitad se importa. La diferencia entre los precios de la gasolina y el diésel en el mercado spot de la Costa del Golfo de Estados Unidos y la cantidad a la que se vende en México (determinada por una fórmula publicada en el Diario Oficial de la Federación) suma hasta 429 millones de pesos (22.8 millones de dólares) por día.
Pemex se negó a hacer comentarios, mientras la Secretaría de Hacienda informó mediante un mensaje de correo electrónico a Bloomberg que su fórmula no pretende establecer precios de combustibles por debajo de sus costos y se trata de un cálculo aritmético que cambia cada mes mientras trata de reducir la volatilidad de periodos previos.
Explicó que durante el invierno los precios de los combustibles probablemente van a caer nuevamente y eso permitiría a Pemex incrementar sus ingresos.
POR DEBAJO DEL MERCADO
Aunque vender combustible por debajo de los precios del mercado internacional no es una práctica nueva en México, cambios normativos realizados a principios de este año transfirieron la pérdida a Pemex en lugar de la Secretaría de Hacienda, que anteriormente absorbía el subsidio implícito.
La decisión de la Secretaría de Hacienda de mantener los precios nacionales del combustible con descuento probablemente obedece a un deseo de tranquilizar a los consumidores mexicanos, a quienes el gobierno del presidente Enrique Peña Nieto les prometió precios más bajos como resultado de la reforma energética aprobada en 2013, dijo Carlos Bravo, analista político del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE).
Ajustar los precios locales de los combustibles para que concuerden con el mercado internacional produciría un aumento en los costos para los consumidores que podría afectar la popularidad del Partido Revolucionario Institucional (PRI) gobernante antes de las elecciones presidenciales de 2018, explicó.
"El costo político de mayores aumentos en los precios de la gasolina se reflejaría en las elecciones estatales del próximo año y las presidenciales de 2018. Sería catastrófico para el PRI", dijo Bravo en una entrevista telefónica desde la Ciudad de México. "Varias decisiones de este gobierno parecen estar más inclinadas a castigar a Pemex que a ayudarla".
FÓRMULA DE COMBUSTIBLE
Al decidir los valores que determinarán los precios del combustible para el mes siguiente, los periodos de precios de los combustibles en Estados Unidos que se utilizan como referencia son seleccionados por la propia Secretaría de Hacienda. En marzo utilizó cuatro semanas de precios de enero y febrero para determinar el costo promedio, mientras que en julio eligió 13 semanas de febrero a mayo.
El mes pasado la Secretaría de Hacienda anunció que el costo de la gasolina prémium por litro aumentaría un 2.4 por ciento en julio, mientras que la gasolina sin plomo subiría 1.8 por ciento en el mes, aunque el aumento no fue suficiente para cubrir el alza del combustible registrada en los últimos meses.
Los bonos en dólares de Pemex han redituado 7.9 por ciento desde el anuncio hecho por el gobierno el 13 de abril de que inyectaría mil 400 millones de dólares al presupuesto de la empresa productiva del Estado, en comparación con un avance del 6 por ciento en la deuda de empresas de mercados emergentes y una ganancia del 6.7 por ciento para las empresas mexicanas.
"Llegará un momento en que Pemex no será capaz de absorber (estos costos)", dijo Bravo. "Están matando a la gallina que ponía los huevos de oro".