Las nochebuenas son las protagonistas de la temporada navideña. Su brillante color rojo hace una combinación perfecta con el árbol de Navidad y el aroma del ponche.
Estas plantas son propias de la temporada, sin embargo, hay quienes desean conservar su belleza más allá de enero.
Te compartimos una serie de recomendaciones para que llegues a tu objetivo y las nochebuenas vivan más allá de Navidad y año nuevo.
¿Cómo cuidar a las nochebuenas para que se conserven por más tiempo?
- Asegúrate que la nochebuena tenga flores y no solo hojas. Recuerda que en el caso de la nochebuena, estas son los pequeños botones localizados en el tronco y varitas.
- La planta se adapta a diversas temperaturas, por lo que eso no será tu principal preocupación, pero se recomienda que esté en lugares con temperaturas de entre 15° y 25°C, en un lugar ventilado, pero que no le pegue la corriente de aire.
- Riega la flor una vez que observes que el agua se ha absorbido del todo. En verano debes aumentar la cantidad de agua.
- Durante la floración se recomienda que la nochebuena esté en un lugar luminoso, donde le dé el sol al 100 por ciento.
- Luego de Navidad, se recomienda trasplantarla al jardín o a lugares donde no reciba mucha luz directa.
- Si quieres conservar el color natural de las hojas rojas, no debes tallarlas ni limpiarlas. Tampoco debes poner agua directamente sobre esta superficie.
- A partir de febrero le debe dar un poco más el sol y deberás aplicar abono. También el noviembre y octubre se recomienda poner tierra vitaminada a la planta.
¿Cuál es el origen de las nochebuenas?
Esta flor es muy atractiva por sus grandes hojas rojas, que muchas veces son confundidas con pétalos, pero en realidad son brácteas rojas, hojas modificadas, cuya función es atraer a los polinizadores y proteger a las pequeñas flores de color amarillo que se ubican en el centro de la planta.
Los mexicas la llamaban cuetlaxóchitl, que en náhuatl significa “flor que se marchita” o “flor de pétalos de cuero”, y extraían los pigmentos rojos de esta planta para teñir textiles y el látex.
La nochebuena, que es una especie referida en el Códice Florentino y citada en la Historia de las Plantas de Nueva España, del médico y botánico español Francisco Hernández de Toledo; fue enviada, por el diplomático estadounidense Joel Roberts Poinsett, de Taxco, Guerrero, al Jardín Botánico Bartram, donde la cultivaron y exhibieron en 1829. Posteriormente, la nochebuena fue introducida a Europa y luego al resto del mundo.