¿Te tocó descansar este jueves pero no sabes por qué? En la tradición católica se conoce a este día como Jueves Santo y con el da inicio el Triduo Pascal, las fechas en las que se conmemora la pasión, muerte y resurrección de Cristo en Jerusalén.
Aunque esta fecha no está establecida como día oficial de descanso, algunas empresas la dan como día libre al igual que el Viernes Santo por buenas prácticas y por el valor simbólico que tiene para la comunidad católica en un país donde el 77.7 por ciento de la población se considera como tal, según cifras de Statista.
Este jueves de Semana Santa es relevante porque es cuando queda instituida la Eucaristía en la Última Cena, un ritual por el que los católicos consideran que la ostia y el vino se transforman en cuerpo y sangre de Jesucristo durante la misa.
En la primera carta a los Corintios, San Pablo recuerda que aquella noche, Jesucristo tomó el pan, dio gracias, lo partió y dijo: “Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía”. Asimismo, después de cenar, tomó la copa diciendo: “Esta copa es la Nueva Alianza que se sella con mi Sangre. Siempre que la beban, háganlo en memoria mía”. Es decir, antes de ser entregado para posteriormente ser crucificado, Jesucristo se entrega como alimento, en un acto anticipado de muerte.
El Jueves Santo es precedido por el Miércoles Santo, cuando se conmemora la traición de Judas y es seguido por el Viernes Santo, fecha en la que se recuerda la crucifixión y muerte de Jesús. Finalmente la Semana Santa acaba con el Domingo de Resurrección, cuando Jesucristo vuelve a la vida tres días después de haber sido crucificado.
A su vez, en este día por la tarde, da por terminada la Cuaresma, que simboliza los cuarenta días del diluvio, los cuarenta años de la marcha del pueblo judío por el desierto, los cuarenta días de Moisés y de Elías en la montaña, los cuarenta días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.