Se prevé que la administración del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, tome medidas drásticas sobre inmigración en sus primeros días de Gobierno.
Biden posiblemente utilice decretos para revocar algunas de las medidas más controvertidas del presidente Donald Trump, incluidas las que fueron elementos centrales de su Gobierno e importantes para su base de simpatizantes.
El Gobierno de Biden planea restaurar la protección a las personas traídas ilegalmente a Estados Unidos cuando eran niños y dejar de canalizar recursos del Pentágono a la construcción del muro fronterizo.
Biden presentó un plan de inmigración detallado y ambicioso, pero tomará tiempo anular muchas de las medidas de Trump. El próximo presidente también enfrentará un Congreso dividido, lo que dificultará la promulgación de cambios radicales e integrales al sistema de inmigración del país.
A continuación un vistazo a qué se puede esperar:
Un cambio de tono
Restringir la inmigración fue un tema distintivo de Trump, quien llamó a los mexicanos violadores cuando se comprometió a construir un muro fronterizo durante su campaña política. Su Gobierno prohibió la llegada de personas de naciones islámicas, adoptó muchas medidas para limitar la inmigración legal y redujo en 80 por ciento el número de refugiados aceptados en el país.
Biden ha dicho que la "inmigración es fundamental en cuestión de quiénes somos como nación", y señaló que la mayoría de los estadounidenses tienen ancestros inmigrantes, pero este no es un tema central. Ni siquiera se le incluye entre las principales prioridades que su equipo de transición ha difundido en su página web, como el COVID-19, la recuperación económica, la justicia racial y el cambio climático.
Biden incluyó a Cecilia Muñoz, quien fuera asesora del presidente Barack Obama sobre asuntos de inmigración, en su equipo de transición, lo que algunos interpretaron como señal de un enfoque más moderado.
Medidas rápidas y de gran calado
Biden ha dicho que procurará eliminar con rapidez algunas de las medidas de inmigración distintivas de Trump. ¿Qué hay del muro fronterizo? Los casi 744 kilómetros construidos a la fecha no serán derribados, aunque el nuevo Gobierno no continuará construyéndolo ni quitándole dinero al Pentágono para financiarlo, como sucedía a pesar de las objeciones del Congreso.
El próximo Gobierno tiene previsto restituir el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés), que en la actualidad ampara contra la deportación a unas 650 mil personas que fueron traídas a Estados Unidos cuando eran menores de edad. Biden planea eliminar la medida que impide la entrada de personas de 13 países, muchos de estos de población mayoritariamente musulmana.
Una de las primeras acciones de Trump como presidente fue indicar a las autoridades de inmigración que cualquier persona sin permiso para estar en el país quedaba sujeta a la deportación. Se espera que Biden regrese a un criterio similar al que Obama adoptó al final de su periodo; es decir, privilegiar la deportación de personas con antecedentes penales graves.
Biden dijo que quiere que el Gobierno ayude a encontrar a los padres de centenares de niños que fueron separados de sus familias en la frontera durante la administración de Trump.
Biden quiere eliminar las políticas que han sido "nefastas" para las solicitudes de asilo, como la que hizo que los solicitantes de asilo esperaran en México en lo que se efectuaban sus audiencias en un tribunal de inmigración, aunque se prevé que maniobre con cautela para no incitar más llegadas.
La representante Veronica Escobar, quien fue nombrada por Biden al grupo de trabajo sobre inmigración junto con Bernie Sanders, dijo que una solución necesitará una coordinación con México.
"Este es un momento que va a requerir un verdadero liderazgo", agregó.
¿Por qué tardará algunos cambios?
Casi todos los grandes cambios de políticas durante el Gobierno de Trump están en tribunales, y podría no ser tan sencillo darles marcha atrás, incluidas las consideraciones relacionadas con la protección a la autoridad ejecutiva. Otros cambios quedarían sujetos a los procedimientos formales para la elaboración de normas, los cuales requieren tiempo.
Stephen Yale-Loehr, profesor de práctica de ley de inmigración en la Escuela de Derecho Cornell, cree que Biden actuará con cautela en el tema del asilo para evitar disparar una nueva oleada de llegadas, y que otros cambios enfrentarán "problemas prácticos y procesales".
Por ejemplo, la regla de "carga pública", la cual descalifica a las personas al solicitar la residencia legal permanente si recurrieron a prestaciones sociales. Biden quiere que esta medida sea revocada, pero para hacerlo será necesario que siga el trámite de la elaboración de normas. Una corte federal de apelaciones dio a Trump la razón acerca de poner fin a las protecciones humanitarias que han permitido a cientos de miles de personas de El Salvador, Nicaragua, Haití y Sudán permanecer en Estados Unidos. Biden afirma solamente que ordenará una "revisión inmediata" al Estatus de Protección Temporal.
Yale-Loehr, enérgico detractor de las políticas de Trump, dice que "se necesitarán cuatro años para eliminar todo el daño hecho por el Gobierno de Trump" mientras Biden atiende la pandemia y otros problemas.
¿Qué podría quedar igual?
Al menos inicialmente, Biden podría mantener vigente una orden del Gobierno de Trump que autoriza a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés) a expulsar con celeridad a migrantes como medida de salud pública durante la pandemia de COVID-19.
Aunque los detractores ponen en duda la justificación sanitaria de la orden, el nuevo Gobierno podría considerar necesario evitar una oleada de migrantes y proteger a los agentes de la Patrulla Fronteriza, así como a otros empleados de la CBP, dijo Doris Meissner, ex alta funcionaria de inmigración del Instituto de Políticas de Migración.
"Esta circunstancia sanitaria difícilmente desaparecerá en enero o febrero", apuntó.
Perspectivas para una reforma
Biden afirma que "comprometerá importante capital político en aras de conseguir una reforma legislativa a la inmigración", que podría ser necesaria para corregir problemas en el sistema de inmigración estadounidense y resolver la suerte de millones de personas que viven en Estados Unidos de manera ilegal. Esto es muy remoto, en el mejor de los casos, debido a que el Congreso se mantendrá dividido. El presidente George W. Bush pidió un gran proyecto de ley de inmigración, pero no tuvo éxito. Obama también impulsó otra iniciativa, pero fue rechazada en la Cámara de Representantes.
AMLO y otros líderes que no han felicitado a Biden podrían ser los mayores desafíos del demócrata