¿Estarán listos las y los mexicanos para tener a la primera mujer presidenta? Está es una pregunta que se ha vuelto muy usual en la mayoría de las conversaciones ciudadanas, debido a que Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez son las candidatas que lideran las encuestas previo al proceso electoral de junio del 2024.
Desafortunadamente en México hay un gran obstáculo social, debido a que existen muchos prejuicios machistas que ponen en duda la experiencia y capacidad de ambas candidatas para gobernar al país, la segunda economía de Latinoamérica.
“Cuestionar a alguien por su nivel de estudios, por su experiencia, por sus políticas públicas, eso es válido. Pero cuestionar a dos mujeres estudiadas, con experiencia en la política, por ser mujeres es donde el cuestionamiento cae en el sexismo, en el machismo”, consideró Julia Zulver, investigadora sobre liderazgos femeninos en el Centro de América Latina de la Universidad de Oxford y en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La encuesta más reciente de El Financiero apunta a que México será gobernado por primera vez por una mujer, esto sin contemplar las interrogantes que han sido ventiladas durante las campañas.
“Es una pregunta que no soporto. Tiene toda esa carga de cuestionamiento, de dudas sobre si las mujeres son capaces de ejercer el poder”, añadió Karolina Gilas, profesora de la facultad de Ciencias Sociales y Políticas de la UNAM.
La académica insiste en que “nadie nunca cuestiona qué tan capaces de hacerlo sin los hombres; y si no saben, pues dicen que aprenderán”. También considera que dicha interrogante no tendría que estar en la reflexión electoral de los mexicanos, sin embargo, ha repercutido hasta en las propias campañas electorales de las candidatas.
Incluso es muy curioso que ambas candidatas “están enfatizando que están preparadas (…), eso viene de un machismo, una misoginia incrustada en la sociedad mexicana”, añadió Julia Zulver.
¿México ya está preparado para tener una mujer presidenta?
La candidata presidencial de la coalición “Fuerza y Corazón por México”, Xóchitl Gálvez, ya ha abordado directamente el cuestionamiento sobre si México está preparado para tener una mujer presidenta.
“La pregunta: ¿México está preparado para tener una Presidente? Más que preparado, está listo. ¿Ustedes qué opinan?”, escribió Xóchitl Gálvez en su cuenta de X, antes Twitter, en julio del año pasado.
Incluso el presidente Andrés Manuel López Obrador también ha dicho que México está listo para tener a la primera mujer presidenta, esto para darle continuidad al proyecto de Movimiento de Regeneración Nacional. Mejor conocido bajo el nombre de Morena.
“Está más preparada que yo, habla inglés. Es muy inteligente. Académicamente, es más que yo; yo apenas terminé la licenciatura, ella es doctora. Es una mujer con convicciones, con principios, honesta, tiene muchos méritos”, declaró el mandatario el pasado 14 de marzo durante una entrevista en Canal Red.
Incluso la pregunta sobre si una mujer puede dirigir a un país como México se comenzó a plantear en las encuestas de opinión pública desde el año 2004, momento en el que Martha Sahagún quería lanzarse como candidata a la presidencia.
Por su parte, Roy Campos, presidente de Consulta-Mitofsky, recuerda que este tema volvió a abordarse en el año 2012, debido a que en el país únicamente había una o dos gobernadoras y esto cosechó un fuerte rechazo de hasta el cincuenta por ciento. Mientras que en 2021, el aumento en el número de gobernadoras en los estados causaron una mayor aceptación. A tal grado que un 80 por ciento estaría de acuerdo con el liderazgo femenino, según el análisis de Roy Campos.
“Están ya influenciados por el hecho de que probablemente será una mujer la que va a gobernar el país”, señaló.
Y a pesar de que el otro 20 por ciento de los mexicanos no lo aprueba, las preferencias electorales estarían más inclinadas por un partido o por sus afiliaciones políticas. Es decir que la mayoría votará por una mujer.
Pero no solamente México será dirigido por una mujer, debido a que ya tiene a presidentas en el Instituto Nacional Electoral (INE), en el Tribunal Supremo Electoral, en la Corte Suprema, en el Banco de México, en Gobernación, en las Cámaras de Diputados y de Senadores.
“Ya se rompió ese techo”, finalizó Campos.