Elecciones 2024

En medio de pleito familiar, Morena busca conservar el poder en Puebla

Eduardo Rivera, de la oposición, enfrenta a Alejandro Armenta, que venció a su primo en la interna de la ‘4T’

Puebla ha sido víctima de una trágica vida política, con dos gobernadores muertos que no pudieron terminar sus mandatos y cuatro gobernadores en los últimos seis años, entre interinos y sustitutos. [Fotografía. Cuartoscuro]

La escenografía electoral en Puebla para este 2 de junio borró la histórica lucha de grupos de poder regional entre PRI y PAN, unidos hoy para derrotar a Morena.

Con un PRI desmoronado, fuera del gobierno del estado, sin bancada en el Congreso local y con sólo 44 de las 217 presidencias municipales, y con un PAN que en la última elección extraordinaria de 2019 fue aplastado por Morena con una diferencia de 12 puntos, hoy la disputa mayor y visible es entre los primos expriistas y empresarios en la ‘4T’, que dividen y confrontan a Morena: Alejandro Armenta e Ignacio Mier.

El primero es ya candidato oficial para ir por la gubernatura y el segundo fue colocado primero en la lista para ser senador, pero ambos viven en una constante guerra por el control de las candidaturas a todos los cargos de elección locales y federales correspondientes al estado.

Lo anterior, sin tomar en cuenta que Puebla ha sido víctima de una trágica vida política, con dos gobernadores muertos que no pudieron terminar sus mandatos y cuatro gobernadores en los últimos seis años, entre interinos y sustitutos.

A sólo 10 días de asumir el gobierno, el 24 de diciembre de 2018 falleció la gobernadora panista Martha Érika Alonso en un accidente aéreo, y a tres años de alcanzar el poder para Morena, en una elección extraordinaria en 2019, el 13 de diciembre de 2022 murió el gobernador Miguel Barbosa, víctima de un infarto, y lo sustituyó el morenista Sergio Salomón Céspedes, desde el 15 de diciembre de ese año.

En alianza hoy con el PAN, el PRI –que tuvo el control histórico del estado desde 1933 con el PNR, desde 1941 con el PRM y desde 1951 con el PRI– fue derrocado por el panismo en 2010, después de una estela de denuncias del panismo por fraudes electorales priistas, que remató con los escándalos de su góber precioso, Mario Marín, que enterraron al tricolor.


El panista que acabó con el priismo en la entidad fue Rafael Moreno Valle, quien aspiraba a la candidatura presidencial de su partido para 2018 –después de terminar su gestión en 2016–, no sin antes incurrir en la tentación de dejar a su esposa, Érika Alonso, como gobernadora. Ambos fallecieron en el accidente de diciembre de 2018.

Con la fuerza de Morena y sus aliados, que en la elección extraordinaria de 2019 alcanzaron una votación de 44.85%, contra 33.16% del PAN y 18.49% del PRI, aunque con un altísimo abstencionismo de 66.6%, los poblanos se preparan para renovar la gubernatura, 41 legisladores del Congreso estatal y las 217 presidencias municipales, además de 217 sindicaturas y mil 810 regidurías.

La entidad es la quinta con mayor cantidad de votantes en el país con 4 millones 943 mil 804, sólo detrás de Veracruz, Jalisco, Ciudad de México y Estado de México.

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