El cambio climático y el incremento en el precio de la gasolina convirtieron en una prioridad el uso de los biocombustibles, como ocurrió en México, donde algunas empresas comenzaron a producirlo a partir de la recuperación de aceites usados en cocinas y restaurantes, lo que hace que su fabricación sea más accesible para los consumidores.
Jorge Tenorio, CEO de la productora Renov Biodiesel, explicó que este combustible es una fuente de energía limpia que contribuye con la conservación del medio ambiente, porque sus emisiones contaminantes son biodegradables, lo que representa una alternativa a los combustibles fósiles.
“La principal materia prima que se utiliza actualmente en México para producir biodiésel es el aceite de cocina usado, por cada litro de aceite reciclado que se recolecta se produce un litro de biodiésel, el cual es más barato que el diésel tradicional que produce Pemex”, comentó el CEO de la compañía.
El Clúster Biodiésel Avanzado (BDA) del Centro Mexicano de Innovación en Energía – Bioenergía (CEMIE-BIO), conformado por tres Centros Públicos de Investigación, dos instituciones de educación superior y cinco empresas, explicó que el potencial de expansión de este energético es muy amplio, ya que en las ciudades con más de 100 mil habitantes es posible obtener hasta 360 mil metros cúbicos de aceite usado para producir biodiésel.
En México existen varias empresas que recolectan aceite de cocina para fabricarlo como Reoil México, Moreco, Biofuels de México y Solben, sin embargo, el CEO de Renov Biodiesel aseveró que la mayoría solo producen para autoconsumo, al ser hasta 40 por ciento más económico que el diésel de Pemex.
“La agricultura y la industria del transporte de carga son quienes mayormente adquieren tecnología para producir biodiésel, sobre todo porque el costo para producir un litro de biodiésel es entre 12 y 15 pesos, un 40 por ciento menos que el costo del diésel que produce Pemex”, indicó Tenorio.
De acuerdo con Gonzalo Monroy, analista de la consultora especializada en el sector energético, GMEC, el encarecimiento en el precio de los combustibles fósiles en México impulsó el uso de energías alternativas.
“El alza en el precio de los combustibles está impulsando la transición energética en México y en gran parte del mundo. En nuestro caso, la legislación actual permite incluso impulsar el uso de estas energías alternativas”, indicó Gonzalo Monroy.
Por su parte, Jorge Tenorio, afirmó que el mercado del biodiésel tiene un gran potencial en el país, no obstante, la cantidad de biocombustible que se produce actualmente en México es apenas suficiente para el autoconsumo, así como para abastecer mercados locales y pequeñas industrias.
Biodiésel, una realidad incipiente
Gonzalo Monroy alertó que, pese a los beneficios de los biocombustibles, el problema es que los organismos encargados de regular los permisos no los dan con la celeridad que se requiere.
“Uno de los principales problemas que existen en México para el avance de energías limpias está relacionado con la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que prácticamente está negando todos los permisos privados de generación de energías limpias, es decir que todo lo que no sea de Pemex o el gobierno, está siendo bloqueado o saboteado”, indicó el analista.
A su vez, Jorge Tenorio subrayó que, si no hay voluntad del gobierno para eliminar los procesos burocráticos que impiden la comercialización del biodiésel, el potencial del mercado irá a la baja debido a que cada vez más empresas apuestan por la energía eléctrica.