El cambio climático, las plagas, modificaciones en la temporalidad de lluvias, la ocurrencia de fenómenos meteorológicos más extremos y la falta de mano de obra, son algunos de los principales desafíos que deben enfrentar productores de café, para mantener sus tierras y poder surtir a multinacionales como Starbucks y Nescafé.
De acuerdo con estimaciones de la Iniciativa Climática México (ICM), hacia 2025, las regiones aptas para el cultivo de café podrían reducirse hasta en un 50 por ciento.
“Aunque cada vez hay más gente tomando café, con generaciones nuevas, cada vez hay menos productores de café, y hay varias razones como el cambio climático, precios, costo de producción, las plagas, que dificulta su producción. Hoy el objetivo de la Finca es la investigación para asegurar de forma sostenible el café para todos”, explicó Mauro Madrigal, guía de la Hacienda Alsacia, ubicada en Costa Rica y que perteneciente a Starbucks.
Relató que anualmente producen entre 4 y 5 mil contenedores o panegas; pero su peor cosecha, dice, fue la de 2018, ya que, por las lluvias tan intensas de 2017, que a parte se adelantaron, las flores no pudieron madurar, escenario que temen pueda repetirse.
“Este año empezó a llover antes, en marzo, y eso adelantó la cosecha (…) además la elevación de la finca es de mil 400 a mil 600 metros, a esa altura y con baja oxigenación hace que sea una maduración tardía, ya que si la planta se estresa, tarda más en madurar”, relató Madrigal.
Los principales países cafetaleros en Latinoamérica como Brasil, Colombia y Honduras están experimentando consecuencias mixtas, debido a los efectos del cambio climático en la producción, a medida que otros factores como la inflación están ya repercutiendo en el consumo del grano.
Las sequías, al igual que las intensas lluvias amenazan la producción de café de países como Brasil y Colombia, e incluso México.
Esta industria es una de las que más aporta divisas por concepto de exportaciones a los productores y emplea a más de 14 millones de personas en toda la región Latinoamérica, sin embargo, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) advierte que “en los últimos años, el cambio climático, las plagas y la caída de los precios del café han creado una ‘tormenta perfecta’ que amenaza el bienestar de millones de productores y sus familias”.
En este sentido, uno de los peores capítulos de la crisis climática en el café lo enfrentó el mayor productor en el mundo: Brasil que concentra el 38 por ciento de participación de mercado.
En 2021 los cultivos de café brasileño fueron golpeados por una sequía prolongada seguida de la peor helada que vivió el país desde 1994, provocando un aumento de 74.5 por ciento en el precio.
Lo anterior también golpeó a México, debido a que la inflación del café entre julio del 2021 y el mismo mes de 2023 se ubicó en 28.5 por ciento para el café tostado, y 25.6 por ciento para el soluble, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Actualmente Finlandia es el principal consumidor de café con 8.2 kilogramos per cápita al año, seguido de Dinamarca con 7.4 kilogramos y Noruega con 6.8 kilogramos, México se ubica como el onceavo con cerca de medio kilo, de acuerdo con Statista.
Suelo vs semillas híbridas
Mientras Nescafé apuesta por el cuidado del suelo, Starbucks lo hace por el café híbrido que pueda adaptarse a las condiciones.
“Los suelos más saludables son más resistentes a los impactos del cambio climático y pueden aumentar el rendimiento, lo que ayuda a mejorar los medios de vida de los agricultores”, indicó Nescafé.
La empresa perteneciente a Nestlé refirió que tienen el objetivo que al 2025, el 20 por ciento de su café provenga de métodos agrícolas regenerativos (responsables con el medio ambiente), y subir ese porcentaje al 50 para el 2030. Para ello, trabajan con los colectivos cafetaleros para brindarles formación, asistencia técnica y plántulas (semillas) de café de alto rendimiento.
“Todo comienza con la protección de la tierra en nuestras fincas, utilizando una gruesa capa de hierba que impide que el suelo se seque al sol, se erosione o pierda nutrientes, lo que significa que usamos menos agua, manteniendo cada cultivo de café saludable y productivo”, detalló Nescafé.
Por su parte, Starbucks trabaja en el desarrollo de café híbrido que sea resistente a los cambios de clima y las plagas, además de compartir prácticas, esto desde los 10 centros de apoyo a productor ubicados en Chiapas, México; Costa Rica, Guatemala, Colombia, Brasil, tres en África y 2 en Asia.
“El tema de las plagas va variando, como la roya con humedad alta, entonces mucho de investigación también es seleccionar variedades mucho más adaptables al tema de condiciones de clima en específico. A veces son procesos de 15 o más de 20 años para saber si ese híbrido puede ser utilizado comercialmente”, indicó Madrigal.
En el último par de años Starbucks subió de 10 a 14 las hectáreas que dedica en la Hacienda Alsacia a innovación y desarrollo de un total de 170 hectáreas.
Nuevas generaciones, nuevos retos
Las nuevas generaciones no encuentran en el café una oportunidad laboral y de vida por los bajos pagos que reciben.
“Una planta cuesta un dólar, pero una hectárea son como 4 mil 500 plantas, aproximadamente, y cada vez que resiembra hay que esperar 3 a 4 años para tener fruto, entonces ahora las generaciones nuevas venden las Fincas, aquí en los alrededores se han perdido 5 Fincas en los últimos años porque se vendieron para desarrollo urbano”, relató Madrigal.
Detalló que en la Hacienda Alsacia, que pertenece a Alsea desde 2013, hay 50 empleados base, y en la temporada de cosecha de noviembre a marzo contratan a 400 personas.
Nescafé detalló que la relación con sus caficultores se transmite entre generaciones. Aunque las denuncias por parte de Cirio Ruiz, presidente del Consejo Regional del Café, no han cedido contra la empresa, a la que acusa de competencia desleal por importaciones, y que con su planta de Veracruz le quitan valor al mercado artesanal del grano por darle peso a los productos solubles.