Empresas ESG

Seis de 10 personas con discapacidad no tienen un empleo

De acuerdo con cifras del INEGI, 7.2 millones de personas tienen alguna discapacidad, este grupo representa 6 por ciento de la población del país.

La Fundación Inclúyeme apoya cada año a mil 200 personas con talleres, los cuales desde su formato virtual han auxiliado a personas de diferentes estados de la república. (Foto.UDG.DV)

En México seis de cada 10 personas con alguna discapacidad intelectual no cuentan con empleo, una problemática que la Fundación Inclúyeme, en conjunto con empresas como Walmart de México, El Pescadito, Citibanamex, Grisi, Alsea, El Fogoncito, y Chevrolet, buscan erradicar.

La Fundación Inclúyeme pretende promover e implementar acciones que incidan en la inclusión de las personas adultas con discapacidad intelectual en todas las esferas de su entorno y que contribuyan a mejorar su calidad de vida.

Nacimos en el 2008 con el objetivo de poder conseguir recursos y utilizarlos para becar a niños y jóvenes con autismo, así estuvimos los primeros dos años hasta que nos fuimos dando cuenta que en México la gran mayoría de las organizaciones apoyan la discapacidad en la parte de la infancia, pero había necesidad de dar servicio a los adultos”, señaló Ariadna Laguna, Coordinadora de Desarrollo Institucional Fundación Inclúyeme.

En México, 7.2 millones de personas tienen alguna discapacidad, por lo que este grupo representa 6 por ciento de la población del país, y 19 por ciento de ellos llegan a su etapa adulta siendo analfabetas, arrojó el último censo disponible del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

Relacionado con la falta de estudios, la tasa de participación económica de estas personas con discapacidad o con algún problema o condición mental, después de los 15 años, fue del 38 por ciento, lo que significa que solo 2.4 millones de los ciudadanos en esta condición tienen un empleo.

Asimismo, se destaca que desglosando a la población con discapacidad intelectual, que son 3 millones de personas, de ellas solo 10 por ciento tienen una actividad laboral, y solo 1 por ciento recibe una remuneración por su empleo.


“Las inquietudes de las empresas son que no cuentan con el presupuesto para contratar, sensibilizar y capacitar, o el tabú de adecuar puestos para que trabajen con ellos, algo con lo que estamos en contra, porque no es inventar un puesto, es de las vacantes que tienen, nos sentamos con ellos y hacemos el análisis de qué persona puede aplicar; nosotros les apoyamos en empatar necesidades de la empresa con los deseos e intereses de la persona”, explicó Laguna.

En la Fundación operan con cinco talleres, uno es de formación laboral, donde al inscribirse la persona comparte si les gusta trabajar o no en oficina, si quieren o no convivencia, y sobre las habilidades que tiene y puede desarrollar.

Una vez que se empatan las empresas con los usuarios, se les da seguimiento por 8 meses. La principal causa de renuncia es que son personas de rutinas, y algunas actividades laborales implican rotación.

“Hemos aprendido que la discapacidad va más allá de las condiciones visibles, sino que también incluye otras como la neurodiversidad. A través del aprendizaje que hemos generado en más de cinco años promoviendo esta iniciativa, generamos mecanismos y procesos de reclutamiento y selección e inducción más robustos, que brindan la mejor experiencia a los candidatos y nuevos colaboradores”, compartió Adib Estefan, director corporativo de Recursos Humanos de Grupo Financiero Citibanamex.

Actualmente, Citibanamex emplea poco más de 300 personas con discapacidad, el 1 por ciento de su fuerza laboral.

Walmart de México emplea 6 mil 10 personas con discapacidad que representan 3.1 por ciento de su total, con la meta de crecer a 20 por ciento en el 2023.

En tanto, Alsea da trabajo a 317 personas con discapacidad, poco menos del 1 por ciento de su plantilla, aunque en sus metas a 2030 quiere lograr el 5 por ciento de sus colaboradores en grupos de atención prioritaria, como son las personas con discapacidad, adultos mayores y refugiados.

En los restaurantes de El Pescadito hay una persona trabajando en sus sucursales; Chevrolet tiene un auxiliar administrativo en una de las agencias de coches, y en Grisi empaquetan Ricitos de Oro que se dan en hospitales. También en El Fogoncito imprimen el logo de la empresa en las tortillas de harina.

“Lo anterior es en cuanto a las contrataciones, pero también fomentamos el autoempleo, por ejemplo, otra empresa nos hizo un donativo grande de bisutería y un grupo de usuarios la seleccionaron y en eventos donde somos invitados, como las ferias de empleo, se pone el stand con productos, igual estamos piloteando un servicio de catering para empresas”, relató Laguna.

Fundación Inclúyeme opera a base de donativos, donde tienen una base recurrente de donadores, además de inscribirse a convocatorias que hagan otras empresas.

La mayoría de los usuarios son becados, y pagan una cuota de recuperación, ya que señalan no son asistencialistas y buscan promover el desarrollo de habilidades.

Aseguraron que cada año benefician a mil 200 personas con los talleres, los cuales desde su formato virtual han apoyado a personas en Jalisco, Monterrey, Yucatán, Veracruz, Hidalgo, y hasta Honduras.

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