El reciclaje de autopartes, baterías y aluminio para la producción de vehículos nuevos se convirtió en un ‘motor’ para la sustentabilidad de varias armadoras en México como Toyota, Volvo, Jaguar, Hyundai y Nissan, entre otras, que reutilizan partes de unidades viejas en toda su cadena de proveeduría.
Marisol Blanco, directora de comunicación y relaciones públicas de Toyota México explicó que la visión de la marca para el 2030 se centra en la recolección y reciclaje de baterías de autos y la puesta en marcha de instalaciones para el reciclaje de vehículos, como su planta Toyota Metal en Japón que opera como recicladora.
“Uno de los hitos hacia 2030 es la puesta en marcha de algunas instalaciones para el tratamiento y el reciclaje de vehículos fuera de uso”, señaló.
Agregó que Toyota Metal en Japón recupera 400 toneladas de recursos de autos diarios y equivale a procesar hasta 10 aviones de tamaño promedio de un sólo día. La planta japonesa tiene la capacidad de reciclar hasta el 99 por ciento de un vehículo compuesto por aproximadamente 30 mil autopartes.
En el caso de México, detalló Marisol Blanco, hay algunas iniciativas en sus plantas como la de Guanajuato, donde se implementa la recolección y reciclaje de metal de vehículos para ser reutilizado en la producción.
“Se recicla todo el material de acero debajo de la planta y van cayendo los sobrantes del material, todo eso se va a una máquina que ayuda a que se reprocese y pueda ser reutilizable”, explicó.
En tanto, el fabricante de autos de lujo Jaguar Land Rover (JLR) apuesta a su estrategia de reciclaje y utilización de materiales con un menor impacto ambiental, particularmente con el aluminio.
“El aluminio que se utiliza para nuestros vehículos es reciclado, también buscamos que no solamente en la utilización del vehículo se reduzcan las emisiones, sino también en su producción”, señaló Raúl Peñafiel, director general de México y LACRO en JLR.
Destacó que el reúso de materiales como el aluminio tiene la ventaja de ser un elemento mucho más ligero y reciclable que el acero.
Por su parte, Volvo Cars México trabaja con diferentes proveedores que han incorporado prácticas de sustentabilidad en toda su cadena de valor.
“Nosotros (en Volvo Cars México) estamos trabajando con empresas importantes en México que se dedican a eso (sustentabilidad), que están involucrando prácticamente a toda la cadena de valor, con toda la cadena de suministro”, comentó Raymundo Cavazos, director general de Volvo Cars México.
A la par, el sector automotriz se encuentra dentro de las industrias que más residuos plásticos generan, con una producción de hasta 46.1 toneladas de residuos al 2023.
Ante estos cambios de la industria automotriz y de un paradigma más amigable con el ambiente para producir vehículos de baja o cero emisión, marcas como Hyundai buscan acelerar su apuesta en México de vehículos electrificados y más inversiones en la producción de unidades de batería en el país.
“De cara al 2045 la marca está buscando tener cero por ciento en emisiones de carbono hasta en un 75 por ciento respecto al año 2019, esto es a nivel global. Por lo tanto, vamos a vernos empujados y de cierta forma obligados a tener que vender en México más vehículos de tecnología limpia”, afirmó Edgar Carranza, director general de Hyundai México.
A nivel mundial existe una carrera muy acelerada por la producción de vehículos y de nuevas tecnologías electrificadas, que han colocado a países como China, Estados Unidos y Japón a la cabeza de la industria.