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‘Natural y no plastic’: Empresas apuestan por empaques biodegradables

Startups como Bioelements y Reactor desarrollan bioplásticos para reducir la presencia de estos materiales

Bioelements desarrolló plásticos que se desintegrar en tres meses y no en 400 años, como ocurre con los plásticos convencionales, lo que permite reducir hasta en un 60 por ciento su huella de carbono. [Fotografía. Especial]

La lucha contra la contaminación plástica ha cobrado un nuevo impulso en México, donde la imagen de una tortuga con un popote en la nariz y la de peces nadando entre bolsas se han convertido en un símbolo de la crisis ambiental global. Frente a este desafío, empresas e investigadores desarrollan plásticos menos contaminantes que pueden degradarse con mayor facilidad como Bioelements y Reactor.

“Si bien la situación actual presenta desafíos muy grandes, la coordinación entre el gobierno, la sociedad civil y la innovación tecnológica será fundamental para resolver un problema que no es exclusivo de México ni de sus industrias”, dijo Ignacio Parada, CEO y fundador de Bioelements.

De acuerdo con el Instituto de Ciencias del Mar y Limnología (ICML) de la UNAM, cada año se calcula que entre 19 y 23 millones de toneladas de basura plástica terminan en lagos, ríos y mares, lo que ha provocado que los microplásticos (partículas de plástico con tamaños menores a 5 milímetros) sean ya un elemento que está presente de manera permanente en la naturaleza.

Plásticos 60% menos contaminantes

Bioelements desarrolló plásticos que se desintegrar en tres meses y no en 400 años, como ocurre con los plásticos convencionales, lo que permite reducir hasta en un 60 por ciento su huella de carbono.


“Desarrollamos empaques con bioplásticos que funcionan como plásticos, pero tienen diferencias con los plásticos convencionales. Estos materiales no sólo hacen que haya una reducción en la huella de carbono, sino que además permiten al bioplástico comportarse de una manera distinta en el medio ambiente”, señaló Parada.

Sus bioempaques están disponibles en cinco países de América Latina, incluido México, y están dirigidos a la industria cárnica, lácteos, alimentos, secos, líquidos, entre otros.

El fundador de Bioelements afirmó que es importante que desde el gobierno se den más apoyos a las universidades, ya que, dijo, son centros de innovación y desarrollo que hoy están detenidos porque no hay incentivos para los estudiantes

“El gobierno debe dejar la cancha lo más abierta posible para que exista la posibilidad de innovar. Si continuamos con medidas prohibitivas y no medidas en pro de la innovación, será muy complicado acelerar el conocimiento de la ciencia”, comentó Ignacio Parada.


Buscan eliminar microplásticos de los océanos.

Al respecto, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) estima que, de continuar con el ritmo actual de desecho de plásticos, hacia 2050 el mar tendrá más plásticos que peces.

En este sentido, Reactor, una startup peruana, impulsa soluciones para combatir la concentración de plásticos en los océanos y la contaminación de aguas continentales.

Mediante el proyecto Mayuk, la startup realiza una investigación para analizar y caracterizar los microplásticos encontrados en la zona de pesca; una vez identificados, la empresa extrae los plásticos y, posteriormente, realiza trabajos de concientización de la sociedad.

Al respecto, José Kont, director ejecutivo de la firma de venture capital, Cuántico, refirió que los fondos de inversión están centrando buena parte de su capital en el financiamiento de startups que están desarrollando soluciones amigables con el medio ambiente.

“Esta es una tendencia que va a ir creciendo a medida que nos acerquemos a 2030, un año clave que fue marcado en los Acuerdos de París”, señaló.

Explicó que las startups que desarrollan soluciones sustentables están en el top 5 de empresas que son apoyadas por un venture capital, sólo debajo de fintech, startups desarrolladoras de software y de soluciones con Inteligencia Artificial.

Agregó que los gobiernos de América Latina deben dar mayores facilidades a las startups que desarrollan plásticos amigables con el medio ambiente para reducir lo antes posible el impacto que están teniendo estos materiales.

“En Europa hay un modelo de incentivos para este tipo de startups que ha ayudado a crear nuevas soluciones. El problema es que en Latam hay muchas trabas e incluso una sobrerregulación que prácticamente complica la operación de una empresa que quiere contribuir con el cuidado del medio ambiente”, apuntó José Kont.

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