Los problemas financieros que atraviesa Altán Redes, empresa mexicana encargada del despliegue y operación de la concesión de la Red Compartida, han comenzado a poner en riesgo el proyecto de conectividad de internet en zonas remotas, además de que podrían afectar los planes de cobertura de varios operadores móviles virtuales ‘colgados’ a este sistema, advirtieron especialistas.
Recientemente, Altán Redes, la empresa, que preside Salvador Álvarez, anunció que extendería cuatro años más, hacia 2028, el cumplimiento de su meta de cobertura de 92.2 por ciento en territorio nacional.
Actualmente la empresa asegura estar cerca de alcanzar el 75 por ciento de cobertura, aunque los expertos advierten que es necesario analizar la viabilidad económica del proyecto.
“Creo que más que autorizar y extender (plazos de cobertura) tendría que analizarse la viabilidad del proyecto en su totalidad” aseguró Jorge Bravo, analista de Digital Policy and Law.
Agregó que la situación financiera de Altán Redes, de la cual la empresa no ha abundado, pone en riesgo a la banda 700 MHz, que fue concesionada por el Gobierno de Enrique Peña Nieto a la firma que dirige Salvador Álvarez, cuyo espectro es idóneo para ampliar cobertura, por lo que debería ponerse a disposición del mercado.
Metas de OMVs podrían afectarse
La decisión de ampliar cuatro años la meta de cobertura de Altán Redes afectará los objetivos de cobertura de Operadores Móviles Virtuales (OMV) como Izzi Móvil, Bait, YoTeleco+ entre otros, que están alojados y son clientes de la Red Compartida.
Actualmente 83 OMV están en Altán Redes, los cuales tendrían que modificar su plan de inversión, así como su expansión de servicios, ya que su modelo de negocio e incremento de servicios se ciñen a la cobertura de la Red Compartida.
“El riesgo es a futuro y sin duda lo hay porque se subieron (los OMV) pensando en los compromisos que tiene Altán de despliegue y estos compromisos se van a ver retrasados y eso afecta tanto al modelo de negocio de la propia Red Compartida como la de los modelos de negocio de los OMV”.
Por ejemplo, YoTelco+ anunció que tenía el objetivo llegar a 1.5 millones de usuarios activos mensuales y 400 mil suscriptores, al operar bajo la Red Compartida de Altán, para proporcionar una red de alta velocidad de 4.5G en 47 ciudades y 66 localidades en todo el país.
Localidades no conectadas tendrán que esperar
Michel Hernández Tafoya, director general de Observatel, aseveró que el aplazamiento de cobertura de la red de banda ancha móvil mayorista del país afectará a las localidades desconectadas actualmente, en un momento en donde la integración a las TICs es prioritaria.
Además, podría afectar a CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos, ya que el presidente, Andrés Manuel López Obrador se apoya de la Red Compartida para lograr su objetivo de cerrar la brecha digital.
“CFE Telecom no tiene las condiciones para cubrir zonas en las que Altán no está, y si Altán no las está cubriendo, mucho menos lo va a hacer CFE con las condiciones que tenemos hoy. Me parece que se va a retrasar muchísimo cualquier objetivo de CFE Telecom”, aseguró el directivo de Observatel.
La empresa, que dirige Salvador Álvarez, tiene la concesión del espectro de 700 MHZ por 20 años, y su despliegue requeriría de inversiones millonarias, que, tan sólo en 2016, la firma anunció que serían de 7 mil 200 millones de dólares.
Sin embargo, ante los problemas financieros que enfrenta la empresa informó que la Asamblea de accionistas acordó un aumento de capital para fortalecer sus finanzas a fin de lograr su compromiso de desplegar infraestructura para cerrar la brecha digital en México.
“Ahora habrá que ver o esperar si con el aumento de capital (a Altán Redes) por parte de los accionistas es viable que siga avanzando el proyecto”, dijo Michel Hernández.
Un proyecto que nació con dificultades
Para Bravo el proyecto de Altán Redes, nacido en 2016, desde sus inicios fue complicado, ya que tenía como objetivo llevar conectividad a localidades de menos 5 mil habitantes, cuyos sitios son poco rentables, lo que provocó que la compañía se encuentre en problemas financieros, por el alto nivel de inversión que requiere el despliegue de la conectividad y los pocos ingresos que obtiene.
“La ampliación de capital puede interpretarse como un signo de confianza a la empresa por parte de los inversionistas, pero a su vez se debe a que no ha generado los ingresos y el retorno del capital invertido. Se complican sus finanzas y la operación y no sólo tiene que continuar, sino que debe seguir expandiendo la red para cumplir con su objetivo social al que se comprometió en su contrato”, dijo el especialista de Digital Policy and Law.
Michel Hernández sostuvo que los problemas de administración en la empresa, así como el abandono en políticas de digitalización y conectividad del país, y la falta de certidumbre para las inversiones en el país, aunado a la crisis sanitaria, son las causantes de los problemas de la firma.
“Creo que si le hubieran puesto más atención a los proyectos que eran viables (del sexenio anterior) y los que se tuvieron que impulsar desde el inicio, probablemente no estaríamos en un situación de retraso de 4 años que es lo que se plantea ahora Altán Redes”, dijo.