La degradación de la aviación mexicana a categoría 2, desde la 1, beneficiará a las aerolíneas estadounidenses que podrán aumentar en alrededor 10 por ciento su participación de mercado durante el siguiente trimestre, por lo que las empresas de la Unión Americana ostentarían 85 por ciento de concentración del mercado aéreo entre ambas naciones.
“Las (aerolíneas) norteamericanas se beneficiarán, incrementarán frecuencias según la oferta y demanda (...) pudiendo tomar un 5 a 10 por ciento adicional de participación de mercado en los próximos tres meses sobre todo cuando el verano norteamericano está por comenzar”, señaló René Armas Maes, vicepresidente Comercial y asociado de MIDAS Aviation, consultora especializada de aviación en Londres.
Lo anterior debido a que, aunque los vuelos existentes de México a Estados Unidos de Aeroméxico, Volaris y Viva Aerobús podrán continuar, éstas no podrán agregar nuevas rutas o vuelos a la Unión Americana. Además de que la degradación pone fin a la capacidad de Delta Air Lines de vender boletos en vuelos de Aeroméxico y a un acuerdo de cooperación similar entre Volaris y Frontier Airlines.
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) descendió a la aviación mexicana a categoría 2 debido a deficiencias en el personal técnico de la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), además de la falta de capacitación de inspectores y una regulación endeble que incumple con los requisitos para sancionar y garantizar los lineamientos mínimos de seguridad.
Además, “las aerolíneas estadounidenses ya no podrán comercializar y vender boletos con sus nombres y códigos de designación en vuelos operados por México. La FAA aumentará su escrutinio de los vuelos de las aerolíneas mexicanas a Estados Unidos”, detalló la FAA.
Frenan su expansión
La capacidad de las aerolíneas mexicanas con vuelos hacia Estados Unidos hoy es 8 por ciento mayor a la registrada antes de la crisis sanitaria en 2019 y, aunque no afectará la operación actual de las aerolíneas mexicanas, sí pone en entredicho su expansión hacia los aeropuertos estadounidenses.
José Ricardo Botelho, director general de la Asociación Latinoamericana de Transporte Aéreo (ALTA), indicó que la degradación afecta las oportunidades de crecimiento de las aerolíneas mexicanas.
“Esto es particularmente retador en un momento de recuperación para una industria que ha sido fuertemente golpeada por la pandemia. Garantizar la seguridad bajo estrictos estándares internacionales siempre será la prioridad y la FAA y la autoridad local han mostrado la disposición de trabajar en revisar los parámetros necesarios”, detalló Botelho.
Las aerolíneas estadounidenses, dijo Armas Maes, buscarán aumentar las frecuencias hacia México, volar aviones más grandes, lo cual beneficiaría a las empresas de ese país en medio de una complicada situación financiera por la crisis sanitaria.
“Esto le caería como anillo al dedo a las aerolíneas norteamericanas ya que colocarían varios de sus aviones que están tierra hoy día o con una utilización baja de 8 horas o menos en estas rutas mientras que podrán optimizar sus ingresos por pasajero, rentabilidad de la ruta y retorno”, explicó.
La Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero) dijo que las consecuencias de la degradación de la aviación mexicana son graves e impactarán en la recuperación de las empresas domésticas en el terreno internacional.
“En pleno periodo de recuperación del mercado internacional más importante para el país, no podrán (las aerolíneas mexicanas) incrementar rutas o frecuencias, registrar aeronaves adicionales”, precisó la Cámara.
Aeroméxico, Volaris y Viva, que tienen el 24.7 por ciento de participación del mercado aéreo entre ambos países, señalaron en comunicados que sólo se verán afectados los vuelos que se operan bajo código compartido.
Brian Rodríguez, analista del sector aéreo en Monex Casa de Bolsa, señaló que esta medida pondrá una pausa en la etapa de recuperación turística, además de presionar las finanzas de las líneas mexicanas.
“Tanto Volaris como Aeroméxico y en su caso Viva han incrementado su flota o han realizado acuerdos para contar con nuevas aeronaves, y las restricciones a nuevas rutas, podría resultar quizá en un menor promedio de horas vuelo promedio de las aeronaves”, dijo.