Grupo Aeroméxico obtuvo aprobación de una corte para eliminar mil 100 millones de dólares en deuda al entregar una participación de la empresa a Apollo Global Management, la firma de inversión que ayudó a mantener a flote a la aerolínea después de que se acogiera al proceso de bancarrota a consecuencia del COVID-19.
La Corte del Distrito Sur de Nueva York aprobó el plan de salida de Aeroméxico del Capítulo 11, con lo que la aerolínea podrá emerger de la protección que la Ley de Bancarrota en Estados Unidos le brindó durante casi 20 meses en los que la aerolínea pudo reestructurar sus pasivos al negociar con sus acreedores.
Fuentes confirmaron a El Financiero que la tarde del viernes, la jueza Shelley C. Chapman aprobó el plan de Aeroméxico, luego de superar un par de objeciones planteadas por acreedores que se encontraban en desacuerdo con el plan de reestructura de la línea aérea.
“Los empleados de Aeroméxico pueden descansar tranquilos, y la gente en México también, ahora que su aerolínea insignia ha superado el Capítulo 11″, dijo Chapman el viernes. “Vamos a mantener los dedos cruzados para que el COVID no nos lance más bolas curvas”.
El fallo de la juez estadounidense especializada en quiebras, Shelley Chapman, se produjo después de que la compañía llegara a un acuerdo de última hora con algunos acreedores, entre ellos Invictus Global Management y Corvid Peak Capital Management, quienes objetaban la propuesta de reorganización que entregaría participaciones a los tenedores de deuda sénior Apollo y Delta Air Lines.
Con esto, la aerolínea se preparará para salir oficialmente, en las siguientes semanas, del Capítulo 11, la ley que protegió a la aerolínea después de un fuerte impacto debido a la crisis por la pandemia, lo que obligó a la aerolínea del ‘Caballero Águila’ a optimizar su flota y su plantilla laboral, al mismo tiempo que saneó su caja con un préstamo de Apollo, fondo que inyectó mil millones de dólares.
Los obstáculos finales que la empresa tuvo que atravesar fueron: una objeción presentada por Google por un adeudo de más de medio millón de dólares, el cual fue retirado el jueves tras un acuerdo con la línea aérea; y un reclamo de Invictus, una firma que reclamaba un trato preferencial para Delta y Apollo, pero que al final, aceptó un millón cien mil dólares para retirar su oposición, mientras que otros acreedores menores aceptaron recibir 800 mil dólares para cubrir sus gastos de representación y así eliminar todos los obstáculos pendientes.
La aerolínea tendrá, con el plan de salida aprobado por la Corte, una nueva configuración accionaria: los accionistas mexicanos tendrán solo el 4.1 por ciento de la empresa, Apollo contará con el 22.3 por ciento, mientras que Delta aglutinará el 20 por ciento de las accionistas.
El resto será distribuido entre todos los nuevos inversionistas y acreedores que capitalicen sus créditos reconocidos.
Aeroméxico es la segunda aerolínea con mayor volumen de pasajeros movilizados al cierre del 2021, año en el que logró transportar a 16.5 millones de viajeros, solo por detrás de Volaris. Pese a ello, la empresa cerró 20 por ciento debajo de los niveles prepandemia.
Según el Plan de Reorganización presentado en octubre, en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, las proyecciones del ‘Caballero Águila’ estiman que, para el cierre del 2025, los pasajeros movilizados rebasaron los 32 millones, es decir, casi el doble de los que movilizaron al final del año pasado.
El plan de reestructura financiera de Aeroméxico contempla también una adición de 36 aeronaves entre el 2022 y el 2024, con lo que la aerolínea proyecta poder atender la demanda de viajeros nacionales e internacionales que, de acuerdo con la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés), recuperará los niveles prepandemia en un par de años más.
La segunda aerolínea más grande de México se acogió bajo un proceso de bancarrota en Estados Unidos en 2020 luego de que la pandemia impactara severamente los viajes.
Aeroméxico vio cómo la cantidad de pasajeros que transportaba se desplomó más de 90 por ciento debido a que los gobiernos suspendieron los vuelos y los viajeros se quedaron en casa. La aerolínea, a diferencia de sus contrapartes en Estados Unidos y Europa, recibió poco o ningún apoyo gubernamental.
Aumento capital
A principios de este mes, los accionistas aprobaron un aumento capital por 4 mil 270 millones de dólares. La aerolínea emitirá 682.100 millones de nuevas acciones que se pagarán capitalizando 3 mil 400 millones de dólares en pasivos e inyectando 828 millones de dólares.
Andrés Conesa, director ejecutivo, Ricardo Sánchez Baker, director financiero y Javier Arrigunaga, presidente, permanecerán en sus funciones actuales, según el plan.
Los accionistas de Aeroméxico también habían confirmado previamente a Arrigunaga, Conesa, Valentín Díez Morodo, Antonio Cosío Pando, Jorge Esteve Recolons, Eduardo Tricio Haro y Guillermo Pascua III como miembros de la junta. Los nuevos miembros en el directorio son Antoine Munfakh y Bogdan Ignaschenko de Apollo, así como Glen Hauenstein de Delta y Andrés Borrego de Credit Suisse. Dos asientos adicionales en la junta se cubrirán en una fecha posterior.