La construcción del Tren Maya, proyectada para ser entregada a finales del 2023, ha dejado fuera la participación de pequeñas y medianas constructoras de la región, además de provocar un desabasto de materiales como el acero y el concreto, lo que ha provocado el encarecimiento de hasta 30 por ciento de algunos productos.
La ejecución de la obra, a cargo de empresas como ICA, Cicsa, BlackRock y Mota Engil ha reducido la participación de cientos de constructoras necesitadas de obra e inversiones.
Raúl Monforte González, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), delegación Yucatán, dijo que el control del gobierno a través del ejército en obras tan grandes les ha quitado participación a sus más de 300 afiliados sólo en la entidad.
“El problema para las empresas micro y pequeñas es que no tenemos acceso a esas grandes obras y están en manos de una sola empresa, entonces ese pequeño rebote está concentrado en muy pocas empresas, tres o cuatro”, dijo.
Francisco Solares Alemán, presidente nacional de la CMIC, agregó que la industria en general sigue en riesgo, pues de 2008 a la fecha el valor de la producción ha caído hasta un 35 por ciento, por falta de inversión pública, la incertidumbre económica y la poca participación de las empresas privadas.
“El sector privado ha también desacelerado la velocidad con que venía invirtiendo y actualmente de la obra que se hace en México el 80 por ciento es con recursos privados y el 20 por ciento con recursos públicos. El presupuesto federal para infraestructura subió este año un 21 por ciento y eso es alentador”, dijo.
Sin embargo, resaltó que las grandes obras se concentran en pocos constructores, por lo que dijo, no existe un derrama más equitativa en todos los sectores.
Solares Alemán agregó que la falta de planeación y ejecución de recursos es uno de los principales retos para estos megaproyectos y recordó el caso del Tren Interurbano México-Toluca, que hasta la fecha no se ha concretado.
“El Tren México-Toluca es un tren como todos sabemos, era un proyecto prioritario del sexenio anterior y que ya va a cumplir seguramente este otro sexenio, y quizá no se termine, este es un ejemplo de la falta de planeación que a veces tenemos en nuestro país”, señaló.
Encarecen materiales 30%
Además, el Tren Maya ha provocado una escasez de materiales como el concreto, acero, eléctricos entre otros, y encarecido hasta un 30 por ciento su costo en la región por la alta concentración de insumos que requiere la obra para seguir en marcha, aseguraron constructores.
Alves Desarrollos, una inmobiliaria que tiene inversiones por más de 653 millones de pesos en Yucatán, dijo que el Tren Maya ‘vino a detonar’ la actividad e inversión en los cinco estados que atravesará el proyecto a través de 19 estaciones y 1,500 kilómetros, sin embargo, su desarrollo ha elevado los precios de materiales más de lo esperado.
“Sí hay un tema importante en la inflación, sí lo sentimos, es decir sí han estado subiendo los precios en cuestión del acero y el cemento blanco, al menos en esta zona que estamos con la construcción del Tren Maya, esos productos se han visto escasos, es algo que está afectando. (Los materiales se han encarecido) en un porcentaje, un 30 por ciento”, dijo a El Financiero, Guadalupe Pérez, gerente comercial de Grupo Alves Desarrollos.
Agregó que la llegada a la región de grandes empresas contratistas como ICA, también han provocado que la mano de obra también sea escasa pues todo mundo quiere trabajar en esta mega obra, aunque aseguró que los trabajadores de construcción tienen mejores sueldos pero condiciones extremas de trabajo como largas jornadas y exceso de trabajo.
De acuerdo con cifras de Fonatur, la construcción del Tren Maya ha detonado alrededor de 90 mil 385 empleos generados en el sureste de México, sin embargo, en avance de obra, tal como reportó este medio en días recientes, el proyecto no sobrepasa más del 30 por ciento de ejecución de recursos y obra.
Traerá inversión
Finalmente, de acuerdo con los constructores nacionales y de la región, el paso del Tren Maya en la península de Yucatán, atraerá mayor flujo de turistas, inversiones inmobiliarias y la oportunidad de desarrollar más proyectos de infraestructura, conectividad y servicios, que podría impulsar la actividad de las micro y pequeñas constructoras de las cinco entidades.