La Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), la Industria Nacional de Autopartes (INA) y la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), advirtieron que la reforma eléctrica, como se ha presentado, afectaría a las inversiones, la productividad y las metas de cero emisión de gases contaminantes del sector.
Alberto Bustamante, director general de la Industria Nacional de Autopartes (INA), reconoció que la aprobación de la reforma eléctrica, que se discutirá en la Cámara de Diputados, implicaría un impacto negativo al sector que en muchos casos cuenta con plantas de generación eléctrica para abastecerse.
“Tenemos plantas (de generación eléctrica) a un costado de las plantas (de autopartes) que se abastecen de generación de energía limpia, entonces, seguramente tendría una fuerte afectación al sector (la aprobación de la reforma eléctrica)”, dijo Bustamante en conferencia de prensa, para hablar de los resultados del sector.
Fausto Cuevas, director general de la AMIA, reconoció que como industria están en contra de la aprobación de la reforma eléctrica, porque esto pondría en problemas el cumplimiento de las metas de reducción de emisiones contaminantes del sector automotriz.
“La tendencia es que la industria automotriz sea reconocida como cero emisora de bonos de carbono (emisiones contaminantes) y nos parece que la reforma no abona a conseguir las metas en este sector”, dijo Cuevas.
En la misma conferencia, Guillermo Rosales Zarate, presidente ejecutivo de la AMDA, aseveró que la economía en el futuro necesita contar con un abastecimiento eléctrico seguro que garantice el crecimiento de las actividades económicas en el país, lo que en su opinión no ocurriría con la reforma eléctrica.
“La energía debe ser garantizada a precios competitivos y responsables, y en opinión de la AMDA, opinión que ha sido elaborada después de la revisión de la iniciativa de la reforma eléctrica enviada al Congreso, creemos que la reforma no cumple con esto”, aseguró Rosales.
Añadió que, para México, no será suficiente con tener la capacidad de producir vehículos eléctricos y acceder a su comercialización en países europeos o California para reducir emisiones contaminantes, porque en el futuro los países estarán emitiendo aranceles si los vehículos no han sido producidos con energía limpias.
“Entonces estaremos fuera de decisiones de inversión que se opten por México, y eso no es sólo por la simple voluntad de los productores automotrices, sino que son requerimientos comerciales que se estarán produciendo en este sentido”, advirtió.
Recientemente, la representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, expresó, en una carta enviada a la secretaria de Economía, Tatiana Clouthier, su preocupación debido a que la reforma eléctrica pondría en riesgo inversiones por un monto de 10 mil millones de dólares.