La regularización de los autos denominados como ‘autos chocolate’ ha sido muy lenta desde hace dos meses que se publicó el decreto para vehículos usados provenientes del extranjero, aseguró Guillermo Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA).
“Hasta el momento el Registro Público Vehicular (RPV) no ha publicado oficialmente los datos en cuanto a la tipología y al número de vehículos que se han regularizado (...) Sí hay información proveniente de los medios en las doce entidades federativas donde se encuentra en marcha el proceso de regularización, apuntando a que se encuentra prácticamente estancada”, declaró en conferencia de prensa.
Rosales señaló que el proceso ha sido ‘un desastre’ ya que considera que “es un error haber dado la responsabilidad de la regularización al RPV, hay incapacidad para avanzar según las declaraciones de los propios interesados”.
Comentó que esta situación está generando ‘una bomba de tiempo’ que no ha explotado aún, ‘por el fracaso del avance de la regularización’.
“Algunas estimaciones de propios funcionarios calculan que hasta el momento se pueden haber regularizado 60 mil unidades; son muy pocos todavía que están emplacados, que entran en la dinámica para presionar al comercio formal”, apuntó.
De acuerdo con la AMDA, en marzo la cifra de vehículos que se importaron legalmente, es decir, que cumplieron con el proceso para obtener el pedimento de importación, fue de 16 mil 442 unidades, esto representó un incremento de 15.5 por ciento en comparación marzo de 2021.
Por otra parte, en el trimestre enero-marzo, la importación de vehículos usados fue de 61 mil 647 unidades, con lo que hay un incremento de 57.4 por ciento anual.
“Estos datos nos están mostrando un índice de participación de los vehículos importados usados en comparación con los vehículos nuevos que se vendieron en el mismo periodo de 24.3 por ciento, es el número más elevado en los últimos ocho años”, detalló.
Finalmente comentó que con una prórroga al decreto existe el riesgo de sufrir afectaciones similares a las ocurridas entre 2006 y 2009, cuando se regularizaron más de 800 mil vehículos en promedio anual, impactando al mercado de vehículos nuevos.