No, no fue en cuatro meses como el Gobierno de México lo prometió; tampoco en el primer semestre de este año como el canciller Marcelo Ebrard lo previó; ni siquiera en agosto como la subsecretaría de Transportes lo planteó: la recuperación de la categoría 1 en seguridad aérea de la autoridad mexicana se extenderá hasta noviembre.
“Yo creo que eso (la recuperación) nos va a llevar a septiembre o a finales de noviembre va a ser que se dé la resolución final, soy optimista que se llevará a finales de septiembre y los pesimistas dicen que se va a noviembre”, detalló Rogelio Jiménez Pons, subsecretario de Transportes, en entrevista con El Financiero.
Bajo ese escenario, la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) pasará entre 16 y 18 meses degradada en un estándar de seguridad que comparte con países como Venezuela, Irán, Malasia, Curazao, entre otros.
¿La razón? La falta de personal capacitado que cumpla con las recomendaciones internacionales que están presentes en el Convenio de Chicago, el acuerdo internacional que establece las mejoras prácticas en aviación civil, además de la poca coordinación en la autoridad mexicana para resolver, de fondo, las deficiencias acumuladas en 28 hallazgos.
Desde el 25 de mayo, México se encuentra en categoría 2 en seguridad aérea, una calificación otorgada por la Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés) que revisa la estructura de vigilancia de las autoridades de los países en los que sus aerolíneas tienen operaciones.
Después de la degradación, la AFAC ha intentado resarcir las deficiencias que tienen por lo menos una antigüedad de 20 años, pero no ha podido hacerlo conforme su plan de actuación que establecía tener resueltos todos los hallazgos a finales de diciembre del 2021.
Antes de someterse a una nueva auditoría, México tiene una evaluación intermedia conocida como ‘Technical Review’, en donde un grupo de inspectores estadounidenses analizará los avances en las áreas deficientes de la autoridad aeronáutica.
Jiménez Pons confirmó a este diario que dicha visita comenzará durante la tercera semana de mayo, casi a un año del anuncio de la degradación, y será a partir de dicha evaluación que se agende o no una nueva auditoría al Programa de evaluación de la seguridad operacional de la aviación internacional (IASA, por sus siglas en inglés).