Al fin, el gobierno ha acordado con las líneas aéreas una reducción de 15 por ciento en la capacidad del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) para aminorar la saturación de las dos terminales de la capital del país; ahora, los vuelos, unos 150 por día, tendrán que ir a otros puertos aéreos.
Una fuente de alto nivel con conocimiento del tema detalló a El Financiero que las aerolíneas podrán decidir a dónde llevar sus vuelos, pero una de las opciones, por estar en la misma zona de demanda, es el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
“Las aerolíneas irán a donde decidan; algunas irán al AIFA”, dijo la fuente del gobierno. Con este plan, que primero había sido diseñado en forma de un decreto, pero ahora se cristaliza en un acuerdo, la principal terminal aérea del país perderá el 15 por ciento de las operaciones diarias durante la temporada de invierno.
De manera inicial, el gobierno había planteado reducir de 61 a 49 operaciones el límite de vuelos por hora, pero la industria aérea mostró su inconformidad, por el estudio realizado por Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) al que desestimó por su falta de rigor técnico. Ahora, durante 17 horas, las de mayor afluencia de viajes, el límite será de 52 operaciones, nueve menos que los autorizados desde hace casi una década.
“Se verá caso por caso”, aseveró la fuente involucrada en el proceso de reducción de operaciones del AICM. Agregó que se revisarán los planes de las líneas aéreas y aplicará la baja en vuelos para todas las empresas: nacionales e internacionales, aunque hay algunas de bandera extranjera que solo tienen una operación diaria, por lo que a estas no les impactará.
Para Fernando Gómez Suárez, analista independiente del sector aéreo, la reducción de operaciones se quedó corta, pues para aliviar de forma mínima el espacio aéreo, así como las terminales del aeropuerto capitalino, requería de al menos el 20 por ciento.
De acuerdo con cifras del AICM, se han llevado a cabo, entre enero y julio, 208 mil 448 operaciones (despegues y salidas) desde ese puerto, es decir, un promedio diario de 983, lejos de las mil 300 que llegó a tener el aeropuerto capitalino antes de la emergencia sanitaria por COVID-19.
La interrogante continúa siendo cómo van a aplicarse los descuentos en las operaciones, es decir, a qué aerolíneas afectarán y de qué forma esta reducción promovida por el puerto aéreo y que tendrá que ser aprobada por la autoridad aeronáutica nacional, que se encuentra en categoría 2.
“Podría haber un problema de equidad en la reducción; en su momento, van a negociar y tendría que ser en condiciones equitativas, no saben cómo van a hacer, a dónde se van, la opción es AIFA, pero también están Toluca y otros aeropuertos, pero no está definido”, comentó Gómez Suárez en entrevista.
El analista indicó que los cambios deben considerar la estructura financiera de las empresas aéreas, toda vez que están saliendo de la crisis más fuerte de su historia y que la operación en dos aeropuertos, de las mismas rutas, no sería rentable en el tiempo, sobre todo si los subsidios a la operación del AIFA no continúan como hasta ahora.
Mientras se define qué aerolíneas y bajo qué condiciones disminuirán sus servicios en el AICM, así como a qué puertos aéreos migrarán esa capacidad, Volaris ha sido una de las firmas que ha aceptado bajar su oferta de asientos en el Benito Juárez para volar desde Toluca y el Felipe Ángeles.
En una conferencia reciente, Holger Blankenstein, vicepresidente ejecutivo de Volaris, reconoció la saturación del aeropuerto capitalino y reiteró que la línea aérea comenzó ya un plan de reducción de capacidad.
“Vemos una congestión en el AICM, lo hemos vivido y hemos decidido reducir nuestra operación del AICM, operábamos 40 aeronaves en el AICM, dos de esas aeronaves se fueron a Toluca y dos al AIFA”, detalló el vicepresidente de la empresa.
Volaris tiene alrededor del 50 por ciento de la oferta desde y hacia el Felipe Ángeles, y su presencia en dicho aeropuerto llega al 2 por ciento del total de los asientos que tiene disponibles en el país.
Entre su inauguración, el 21 de marzo, y el final de junio, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) recibió a 116 mil 176 pasajeros, una cifra equivalente a los que llegan y despegan desde la terminal de la Ciudad de México. Según datos de la Agencia Federal de Aviación Civil, el aeropuerto ubicado en Santa Lucía recibió a 32 mil 350 viajeros en junio, la cifra más baja en sus tres meses de operación completa. En abril recibió 34 mil 181 pasajeros, mientras que en mayo 35 mil 129 turistas abordaron un vuelo desde y hacia el AIFA.
Otra fuente del gobierno dijo “que aún no se ha definido cuántos vuelos irían al AIFA, porque fue una decisión del comité de horarios del AICM en donde participa toda la industria y las autoridades, incluso IATA participó”.
Esto contrasta porque, de acuerdo con el director general de Viva Aerobus, Juan Carlos Zuazua, la reducción fue un acuerdo que se trabajó con el gobierno desde hace varios meses, pero que entrará en vigor por las obras que se realizarán para rehabilitar el aeropuerto, incluida la Terminal 2 que tiene problemas de cimentación.