Empresas

Cómo una Barbie hecha con plástico recuperado en México está ‘salvando’ los océanos

La línea Barbie Loves the Ocean es parte de un esfuerzo de 104 mil millones de dólares de la industria de los juguetes para ser más sostenible.

Barbie Loves the Ocean 90% del material para fabricar las muñecas de la línea Barbie Loves the Ocean proviene de plástico encontrado en los mares. (Mattel)

¿Sabías que ya puedes comprar un Matchbox Tesla Roadster fabricado con 99 por ciento de materiales reciclados y certificado como neutral en carbono? Ahí no para la cosa: ya se produce una nueva Barbie hecha de basura plástica recolectada en México antes de que pueda contaminar el Océano Pacífico, y los niños pequeños pueden jugar a que instalan paneles solares en sus kits de Mega Bloks Build & Learn Eco House.

Estos juguetes, vendidos por Mattel, son parte de un impulso de 104 mil millones de dólares por parte de la industria mundial de juguetes para hacer que sus productos mayoritariamente hechos de plástico sean más sostenibles en medio de una crisis de contaminación.

Hasbro anunció el año pasado que el juguete Señor Cara de Papa empezaría a ser fabricado con materiales renovables o de origen vegetal para finales de 2024. Lego está fabricando algunos de sus accesorios para juegos de construcción con un plástico derivado de la caña de azúcar brasileña, y está experimentando con la conversión de botellas de plástico a sus amados y famosos ladrillos.

Un punto de quiebre en la industria de los juguetes

“Creo que en realidad podríamos estar ante un punto de inflexión”, señaló Pamela Gill-Alabaster, directora de sustentabilidad global de Mattel, citando encuestas que muestran que casi 80 por ciento de las madres y padres califican la sustentabilidad de los juguetes como importante.

“Es lo correcto, pero también creo que hay una atracción de los consumidores, y creo que vamos a ver más de eso”, aseguró.

Mattel ofrece 33 juguetes que etiqueta como sostenibles, en comparación con los cuatro que vendía en 2020. La compañía se comprometió a que, para fines de esta década, toda su línea de productos estará hecha de “materiales plásticos 100 por ciento reciclados, reciclables o de base biológica”.


En promedio, un hogar compra juguetes con un peso de hasta 18.3 kilogramos de plástico por niño al año, de acuerdo con un estudio de 2021 publicado en la revista Environment International, y la realidad es que cambiar a nuevos materiales no será fácil ni barato.

Hacer juguetes a partir de plástico reciclado y de base biológica plantea desafíos de fabricación, ya que los equipos deben reconfigurarse para manejar los materiales. Las resinas sostenibles para hacer juguetes más ecológicos también han escaseado, lo que ha provocado aumentos de precios.

“Muchas empresas de bienes de consumo se están comprometiendo con el uso de plástico sostenible, por lo que hay una gran demanda y una oferta finita”, apuntó Gill-Alabaster.

¿Y los juguetes sí contaminan mucho el océano?

El impacto de la industria en la contaminación plástica del océano sigue sin estar claro. Un informe del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente de 2014 encontró que el uso más intensivo de plástico en productos de consumo fue en juguetes.

Una nueva generación de padres exige juguetes sostenibles, lo que significa que los fabricantes de juguetes no tienen más remedio que abandonar el plástico a base de petróleo, según Juli Lennett, analista de la industria del juguete en NPD Group.

“La gente piensa que es importante que un juguete, una marca o una empresa sea sostenible o ecológica, pero lo que eso significa en realidad es confuso”, aceptó. “Creo que tenemos un largo camino por recorrer para educar a los consumidores en ese sentido”.

El plástico recuperado de los océanos constituye 90 por ciento del material utilizado para fabricar la línea Barbie Loves the Ocean. Ese plástico se recolecta dentro de los 50 kilómetros de vías fluviales en regiones sin instalaciones de procesamiento de desechos establecidas. En este caso, Barbie nació de plástico de Baja California, en México, según Gill-Alabaster.

El camino hacia la sostenibilidad para Matchbox Tesla de Mattel parece bastante sencillo. Según la empresa, 62.1 por ciento del juguete está fabricado con zinc reciclado; 36.9 por ciento con plástico reciclado, 1 por ciento restante con acero inoxidable. (El empaque del juguete está hecho de materiales reciclados y la bandeja del producto de base biológica es compostable en el hogar).

¿Ya no quieres tu juguete? No lo tires a la basura

Sin embargo, se desconoce aún si el cambio a materiales más sostenibles ayudará a reducir la contaminación dañina para la vida marina que ayuda a mantener la salud de los océanos y el clima.

Un estudio de 2020 publicado en la revista Environmental Pollution analizó los ladrillos Lego arrastrados a la costa en Reino Unido después de décadas en el mar. Los científicos determinaron que los ladrillos podrían persistir en el océano hasta mil 300 años antes de descomponerse por completo.

Hasta 2 millones de ladrillos Lego pudieron haber terminado en el océano en las décadas de 1970 y 1980 después de que los niños pequeños en el Reino Unido los tiraran por el inodoro, según el medio.

Para evitar esa situación, Mattel dijo que está promoviendo el programa PlayBack, que permite a clientes en Canadá, Francia, Alemania, Reino Unido y EU devolver sus productos a la empresa para su reutilización o reciclaje.

“Nuestra última esperanza y objetivo es poder utilizar el material recuperado de ese programa en la producción de juguetes en el futuro”, contó Gill-Alabaster.

También lee: