El decreto para suspender las operaciones de carga en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) tiene el objetivo de ayudar a descongestionar la saturación de las dos terminales del principal puerto aéreo.
No obstante, solo el 3 por ciento del total de los vuelos de esa terminal son exclusivos de carga.
El AICM recibe alrededor de mil 200 vuelos diarios, y con la reducción de casi 20 por ciento por obras en las terminales, este número ronda las mil operaciones por día. Es decir, solo 30 vuelos diarios, en promedio, son los que saldrán del aeropuerto capitalino.
Además, como lo señaló Isidoro Pastor, director general del AIFA, la carga internacional (que es la que mayor tonelaje representa en el AICM) se transporta en las “panzas” de los aviones, por lo que seguirá siendo procesada en los almacenes e instalaciones del aeropuerto Benito Juárez.
¿Qué dice la industria?
En contraparte, organizaciones industria y aerolíneas cargueras han advertido que la migración hacia el AIFA incrementará los costos operativos, una situación que repercutirá en los precios finales de los envíos de paquetería y, por ende, en el costo final de los productos.
La Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) advirtió, en un análisis, que obligar a los concesionarios de transporte aéreo de carga a modificar sus cadenas de suministro ocasionaría, al menos temporalmente, mayores precios finales a los consumidores.
Además, puntualizó la Cofece en el documento presentado ante la Comisión Nacional de Mejora Regulatoria (Conamer), la migración también podría ocasionar una reducción en la oferta de productos que actualmente utilizan el AICM para su distribución.
”Existen productos cuya única opción para ser importados, en caso de requerir un aeropuerto, es a través de la aduana ubicada en el AICM. Por lo anterior, la disponibilidad de estos productos se reduciría y los precios aumentarían en perjuicio de los consumidores, en tanto se habilita otra aduana en algún aeropuerto”, precisó la Cofece.