Los cibercriminales aprovechan el Día de San Valentín para hacer fraudes con los productos más populares, pero que tienen un gran valor, y en el caso del 14 de febrero, los intentos de fraude se concentran en joyas y relojes, que son los productos más caros dentro de la gama de obsequios tradicionales entre parejas.
De acuerdo a estimaciones de ClearSale, empresa líder en protección anti-fraudes para e-commerce, los intentos de fraude en la compra de joyería y relojes dentro de las plataformas de comercios electrónicos, se pueden llegar a duplicar durante febrero.
“Los defraudadores se aprovechan de que la joyería y los relojes están entre los productos con más ventas durante el mes del Amor y la Amistad, lo que complica a los e-commerce pequeños sospechar que se trata de un intento de fraude”, señaló Víctor Islas, director de Customer Operations en Latino América para ClearSale.
Al respecto, aseguró que el objetivo de los ciberdelincuentes es obtener utilidades revendiendo estos productos rápidamente en sitios web masivos o en tianguis informales, y para poder lograrlo, requieren cierto tipo de marcas que son más fáciles de ´mover’ en mercados no establecidos.
“Los defraudadores se aprovechan de los productos con más venta en cada temporalidad y en el caso del 14 de febrero, los intentos de fraude se concentran en joyas y relojes, que son los productos más caros dentro de la gama de obsequios tradicionales entre parejas”, agregó el directivo de ClearSale
Contracargos, el modo de operar de los cibercriminales
Según la investigación realizada por la firma anti-fraudes, este cibercrimen es perpetrado gracias a los contracargos o chargebacks que afectan de forma considerable a los e-commerce
“Los defraudadores trabajan usando bases de datos de tarjetas de crédito y otras formas de pago digitales obtenidas ilegalmente mediante hackeos. Normalmente el hacker y el defraudador son personas distintas”, indicó Islas.
Aseguró que estas bases de datos se compran muy fácilmente a los hackers en el mercado negro de la Dark Web para que, posteriormente, el ciberestafador cargue los datos en un software, que mediante bots intenta transacciones en múltiples sitios web.
“Los dueños legítimos de las tarjetas de crédito y otras formas de pago digitales se dan cuenta de estos cargos indebidos después de varios días y en algunos casos transcurren varias semanas”, destacó.
Una vez que los reportan al banco, los cargos indebidos son cancelados y como el banco no asume este error, hace el contracargo en el estado de cuenta del e-commerce, quien termina pagando los platos rotos.
“Después de una fecha de ventas tan alta como lo es el 14 de febrero, observamos que los contracargos comienzan a crecer en los e-commerce, sobre todo en los pequeños, que son los más vulnerables. En los próximos 60 días, veremos realmente el impacto y las afectaciones que tuvieron los comercios electrónicos por este cibercrimen”, concluyó Víctor Islas.