La inclusión financiera de las mujeres es una pieza clave para ejercer su autonomía económica porque el manejo de diversos instrumentos financieros incrementa las posibilidades de planificar el desarrollo personal y familiar, así como eliminar la pobreza y reducir la economía informal, aseguró Ana Laura Fernández, subdirectora de Inversiones de Impacto en Fondo de Fondos, una corporación mexicana de inversiones de capital.
“En México tenemos un gran problema de inclusión financiera porque menos del 50 por ciento de la población de más de 18 años está bancarizada. Tenemos que trabajar para que la cifra crezca porque actualmente México se encuentra entre los países menos bancarizados a nivel global”, aseguró Fernández.
En el país, sólo 49.1 por ciento del total de adultos de 18 a 70 años tienen al menos una cuenta bancaria, esto significa que 41.1 millones de mexicanos están bancarizados, según datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) realizada por el Inegi.
El problema radica, según Fernández, en que el número de mujeres bancarizadas es menor que el de hombres. Mientras que en 2018, 45.9 por ciento de las mujeres adultas estaban bancarizadas, ahora sólo 42.6 por ciento tienen una cuenta de banco.
En contraste, 56.4 por ciento de los hombres tienen ahora una cuenta de banco frente al 48.5 por ciento de la medición anterior.
“Hay más hombres bancarizados que mujeres y hay un reto mayor en la inclusión financiera de mujeres. El hecho de no tener una cuenta les impide acceder a mayores oportunidades y, de esa manera, generar un mayor bienestar social”, explicó la directiva de Fondo de Fondos.
Agregó que un país que tenga una elevada inclusión financiera de mujeres está en mejores condiciones de eliminar la pobreza y avanzar sobre la base de una economía formal. Dijo que tanto autoridades como el sector financiero deben trabajar en conjunto.