El militarismo impulsado por el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador se extenderá a la propiedad y operación de una aerolínea comercial que tenga operaciones en el aeropuerto civil-militar de Santa Lucía.
Para que esto no afecte a la industria, las condiciones de la nueva paraestatal deberán ser las mismas que las de las aerolíneas comerciales, además que el Gobierno deberá ser transparente en los incentivos, si se dan, a la empresa aérea militar, indicó Peter Cerdá, vicepresidente para las Américas de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA).
“Hay que hacer las cosas de una forma transparente, los beneficios de la aerolínea Estatal tienen que ser los mismos que se den a las empresas del sector para tener un marco alineado a las normas internacionales”, declaró Cerdá en el marco del Wings of Change Americas, evento que conjunta a actores de la industria aérea en la Ciudad de México.
El proyecto de López Obrador consiste en operar una línea aérea con una flota inicial de 10 aeronaves para conectar a destinos turísticos que no son atendidos por las empresas actuales. Para ello, el presidente se ha acercado con la empresa estadounidense Boeing, la cual brinda asesoría para conseguir esa decena de aeronaves.
La aerolínea, que podría tener el nombre de Mexicana si se concreta la compra, será propiedad de los militares y operará en el AIFA, esto para detonar el flujo de pasajeros en ese aeropuerto que fue construido por elementos castrenses y en el cual se han puesto las esperanzas para desaturar el aeropuerto de la Ciudad de México.
Cerdá remarcó que todas las aerolíneas deberán tener las mismas condiciones que la nueva empresa, así como las oportunidades, esto pese a que, en principio, el Gobierno creó la figura de la asignación, que otorga, por tiempo indefinido, a las paraestatales la posibilidad de operar aerolíneas y aeropuertos de forma simultánea.
Más militarización: AICM pasará a ‘manos’ de la Marina
Como informó El Financiero, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) pasará, antes del fin de este año, al control formal de la Secretaría de Marina y, para ello, se ha emitido ya el anteproyecto de decreto para que los marinos se hagan cargo de este puerto aéreo.
En un plazo de 60 días hábiles, después de la publicación en el Diario Oficial, la Marina tomará el control absoluto del principal puerto aéreo del país, una decisión que, de acuerdo con el secretario de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jorge Nuño, fue exclusivamente del presidente.
“El presidente ha sido claro, quería que fuera una administración más eficiente”, respondió Nuño en entrevista con medios al finalizar la inauguración del Wings of Change Americas.