El Gobierno enfrenta dificultades para reducir la saturación del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) a pesar de la reducción del número máximo de operaciones de 61 a 52 por hora.
“En realidad no funcionó la reducción para lo que buscábamos que era bajar el número de personas en terminales, porque las aerolíneas aumentaron el número de sus pasajeros en sus aviones: no funcionó, ya se quedó en 52 operaciones por hora”, admitió el director del aeropuerto, el vicealmirante Carlos Velázquez Tiscareño.
La medida de reducción de nueve slots por hora inició en octubre del año pasado y, según las estadísticas del puerto aéreo, durante los primeros 5 meses de este año, aunque el número de operaciones totales disminuyó 0.1 por ciento, el número de pasajeros comerciales aumentó casi 11 por ciento.
En entrevista con El Financiero, el director general del AICM, reconoció que la reducción de operaciones no funcionó, pues no logró bajar los niveles de saturación en las terminales como se pretendía con la medida que, además, fue impugnada por Aeroméxico y Volaris al momento de ser publicada.
“Nosotros buscábamos reducir el número de pasajeros, pero las aerolíneas metieron aviones más grandes, al final de cuentas, están en su derecho”, explicó Velázquez Tiscareño en entrevista.
El cambio de las aeronaves ha permitido a las aerolíneas mejoras en la gestión de operaciones, al mismo tiempo que han podido aumentar su rentabilidad con aviones más grandes, con menor consumo de combustible y que usan el mismo horario autorizado por el aeropuerto.
Las aerolíneas pueden usar el mismo horario para operar un avión como el Embraer 190 que tiene una capacidad de 99 pasajeros o un Airbus 321, que usualmente tiene una configuración que le permite transportar hasta 240 viajeros.
Para Fernando Gómez Suárez, analista independiente del sector aéreo, la mala decisión tomada por el gobierno no tuvo el efecto esperado porque no consideró los elementos técnicos necesarios para lograr la desaturación del AICM que necesita, por lo menos, eliminar el 30 por ciento de sus vuelos diarios para aliviar la saturación en sus pasillos.
“Fue una ocurrencia con desconocimiento de causa, no hicieron los estudios necesarios y el reordenamiento, la desaturación continúa pendiente”, refiere el analista.
El gobierno no realizó estudios para fijar el número de operaciones máximas permitidas en el aeropuerto más importante del país y solo usó los registros de operaciones de los últimos años para emitir una orden de reducción de operaciones.
Aunque tras el inicio de la reducción de operaciones se sugirió que los vuelos “sobrantes” en el AICM se irían al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), el director del aeropuerto de la capital aseguró que esto no ocurrió. “Alguien creyó que con eso se iban a ir el AIFA, no se fue ningún vuelo”, remarcó el director del AICM.
Volaris, un ‘relajo total’
Después de la reducción de slots, horarios de aterrizaje y despegue, las aerolíneas experimentan un reordenamiento en sus operaciones. Por derecho de antigüedad, las aerolíneas con más años en el aeropuerto tienen la potestad de decidir qué horarios mantienen, cómo los usan y si los devuelven para que otras líneas los puedan usar.
Como el AICM es un aeropuerto saturado, esta organización es vigilada por la dirección del puerto aéreo. Bajo ese escenario, Aeroméxico es la aerolínea más antigua en el AICM, seguida de Viva Aerobus y, en último sitio, Volaris, que es la que, al ser más joven, se queda con los sobrantes de horarios de operación de las aerolíneas más antiguas.
A pesar de ello, el director del AICM, Carlos Velázquez, aseguró que Volaris es en realidad la línea aérea que más slots históricos pierde, por falta de uso. “Volaris es la que más slots pierde porque no los usa, como es un relajo total Volaris, que hacía lo que quería, pierde muchos históricos, es la que más pierde”, reveló el director del aeropuerto.
No obstante, incluso Volaris ha tenido que dejar de operar en horarios no autorizados por el aeropuerto, por lo que la totalidad de los vuelos ilegales que se realizaban en el AICM quedaron eliminados. “A nosotros no nos importan las aerolíneas, queremos meterlas en cintura. Y hemos acabado con los vuelos ilegales a partir de mayo”, dijo Velázquez.