Con una estrategia de reducción de slots fallida, el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) está previendo romper su récord de pasajeros durante este año y, así, cerrar con una saturación en sus terminales nunca antes vista.
El nivel más alto de flujo de pasajeros en el aeropuerto ‘Benito Juárez’ ocurrió en 2019, cuando 50.3 millones de viajeros pasaron por sus dos terminales.
De acuerdo con proyecciones del AICM, este 2023 llegarán a los 52 millones de pasajeros al finalizar este año, una cifra nunca antes alcanzada y pese a la reducción del 15 por ciento de vuelos ordenada por el propio puerto aéreo.
“La saturación en terminales sigue igual, esa es la realidad, este año estamos con una proyección de romper récord: la proyección puede ser que nos lleve a 52 millones de pasajeros, en lo que el sistema de aeropuertos se estabiliza y podemos compartir pasajeros con los otros aeropuertos”, señaló el director general del AICM, Carlos Velázquez Tiscareño.
Si bien la reducción de slots -horarios de aterrizaje y despegue- no sirvió para reducir la saturación de pasajeros, las aerolíneas han colocado aviones con mayor capacidad lo que se ha traducido en un mayor flujo de pasajeros en ambas terminales.
Adicionalmente, el AICM fue declarado saturado en su espacio aéreo en 2014. Desde ese momento y si se cumple la proyección del aeropuerto capitalino, el flujo de pasajeros habrá crecido 51.7 por ciento, esto pese al impacto de la pandemia.
Velázquez dijo, a pregunta de El Financiero, que no se prevé una reducción adicional de slots, pero se privilegiará el orden en las operaciones, las cuales se busca no presenten retrasos atribuibles al puerto aéreo más importante del país.
A mayo, el AICM acumula 19.6 millones de pasajeros, 11 por ciento más que en el mismo periodo del año anterior, esto gracias a un flujo de pasajeros internacionales más robusto en el quinto mes del año, además de un mercado doméstico que ha mantenido su expansión.
Cabe señalar que, antes del fin de este año, el puerto aéreo pasará formalmente al control de la Marina, esto además de recuperar los recursos de la TUA para destinarlos al mantenimiento de las instalaciones aeroportuarias.