La importación de automóviles, en particular de marcas asiáticas ensambladas en China, ha generado una saturación en algunos puertos del país, desencadenando retrasos en los tiempos de entrega y poniendo a prueba la infraestructura y capacidad logística de México.
Además, la aceleración de las cadenas productivas de la industria automotriz después de la pandemia ha agravado la situación. Expertos advierten que este fenómeno, impulsado por el aumento de importaciones de Asia, especialmente de China, plantea importantes retos a los operadores portuarios y a la industria en general.
Guillermo Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA) advirtió que la presencia de marcas asiáticas, principalmente ensambladas en China, ha saturado la importación de vehículos en el Pacífico, pues de los 515 mil 433 autos vendidos de enero a mayo, el 62.5 por ciento son importados y de esos el 18.8 por ciento son chinos.
“Estamos enfrentando momentos de saturación en la recepción de vehículos, principalmente en los puertos del Pacífico y esto genera una demora en los tiempos de entrega de los vehículos al consumidor final y responde a un cambio estructural en el que cerca del 70 por ciento de las importaciones provienen de Asia”, comentó.
Agregó que, no es sólo la llegada de marcas de China, sino también la adquisición por parte de corporaciones automotrices extranjeras de vehículos ensamblados en ese país, lo que ha provocado este dilema, en el que la industria automotriz se ha recuperado rápidamente y su capacidad de oferta, debido a que en esa región hay una mejor y más rápida respuesta en las líneas de producción, pero al mismo tiempo ha generado este cuello de botella en los puertos.
Mitsubishi Motors de México, por ejemplo, ha realizado algunas inversiones y negociaciones con autoridades portuarias, proveedores, transportistas y operadores portuarios en el puerto de Lázaro Cárdenas Michoacán, para agilizar los procesos logísticos en la importación de autos de la marca, provenientes de Japón y Tailandia.
Jorge Vallejo, director general de Mitsubishi Motors de México, dijo a El Financiero que este puerto mueve en promedio hasta 16 mil 500 unidades, de las cuales 72 por ciento entran por importación y el resto son exportadas. El directivo señaló que debido al incremento de operaciones en los puertos y la saturación, se han enfrentado a un ligero desfase de entregas que buscan agilizar con su propia oficina en Lázaro Cárdenas.
“En el último mes hemos incrementado casi 45 por ciento nuestra capacidad de entrega contra meses previos, estamos buscando otras oportunidades tanto en Mazatlán como en Acapulco a ver si es viable, incluso la posibilidad de subirnos al ferrocarril; hemos sufrido como todos pero creo que somos una de las entidades que más rápido hemos reaccionado para dar oportunidad a mover más rápido nuestras unidades”, dijo.
La inversión en infraestructura de patios para contenedores, carreteras, capacidad en los barcos, buques, madrinas, vagones y vías ferroviarias, así como transporte, es uno de los principales retos que enfrentan los operadores de los principales puertos del país como Manzanillo, Lázaro Cárdenas, Guayaquil y otros en el Pacífico, así como el Puerto de Veracruz en el Golfo.
“Ha habido un retraso por la marcha de nuevas inversiones no sólo en Manzanillo, también a nivel infraestructura. Nosotros tomamos decisiones como poner en marcha en noviembre del año pasado la nueva expansión. Vamos a invertir inicialmente 4 mil 600 millones de pesos, se compone de obras de expansión de patios de contenedores, expansión de un nuevo muelle y maquinaria”, dijo José Antonio Contreras, director general de la terminal Contecon Manzanillo.
Señaló principalmente que se ha observado un incremento en el volumen de importación de automóviles y autopartes, y destacó que sólo el año pasado se movieron alrededor de 1.4 millones de contenedores, principalmente por Manzanillo.
Rebasa recuperación
La industria automotriz aceleró su recuperación en los últimos meses, incluso por encima de las expectativas de la AMDA, por lo que para este año se estima que las ventas superen los 1.3 millones de autos vendidos en México, lo cual también ha rebasado las capacidades de las marcas instaladas en el país.
“Se desmontó parte importante de la infraestructura de logística durante los años de pandemia y esto ha generado que regresar a los volúmenes habituales, es decir, a la demanda que se tenía previo a la pre pandemia sea un reto muy grande, en el caso nuestro, tuvimos mucho tema relacionado sobretodo con la logística de traslado de unidades”, dijo Lucien Pinto, director de mercadotecnia y ventas de Ford de México.
Toyota México, la armadora japonesa que se mantiene dentro de las marcas más compradas en el país, agregó que los retos logísticos para llevar los autos a los compradores finales ponen a prueba la infraestructura existente del país, por lo que la industria está buscando cómo resolver algunos cuellos de botella en nuevos puertos que pudieran funcionar, además del de Lázaro Cárdenas, donde importan.
“Más o menos un 50 o 60 por ciento de nuestras importaciones vienen de Asia, entran por el Pacífico. La industria tiene muchos retos, porque el puerto de Lázaro Cárdenas es el especializado en automotriz, pero estamos ya analizando otros puertos del Pacífico. En la época de pos pandemia se regularizó la cadena de suministro y empieza a haber también un volumen más alto de vehículos; han habido tapones, retos logísticos, que los estamos atacando”, concluyó Guillermo Díaz, presidente de Toyota Motor Sales y Lexus de México.