Amazon exigirá a algunos empleados de la empresa que se trasladen como parte de un mandato que obliga a los trabajadores a estar en la oficina tres días a la semana, según personas con conocimiento directo, la última fuente de tensión entre el gigante tecnológico y su fuerza laboral tras los despidos que comenzaron el año pasado.
Quién tendrá que trasladarse y cuándo, se decidirá a nivel de departamento, dijo una de las fuentes, que agregó que Amazon aún no ha determinado cuántos empleados se verán afectados. Algunos trabajadores remotos que fueron contratados o reubicados durante la pandemia tendrán que trasladarse más cerca de las oficinas para poder cumplir con el requisito de los tres días, dijeron las fuentes, que pidieron no ser identificadas por tratarse de asuntos internos.
“Hay más energía, colaboración y conexiones desde que trabajamos juntos al menos tres días a la semana, y nos lo han dicho muchos empleados y las empresas que rodean nuestras oficinas”, señaló un portavoz de la empresa en un comunicado.
“Seguimos buscando la mejor manera de reunir a más equipos en las mismas ubicaciones, y nos comunicaremos directamente con los empleados cuando tomemos decisiones que los afecten”, agregó.
El estado de ánimo en Amazon se ha visto afectado desde que la compañía comenzó los despidos a fines del año pasado, que afectaron a unos 27 mil empleados. La empresa con sede en Seattle ordenó a la mayoría del personal corporativo que se presentara en la oficina al menos tres días a la semana a partir de mayo, una medida por la que algunos empleados protestaron durante una huelga que tuvo lugar en Seattle, en el mismo mes.
‘Make Amazon Pay’, el reclamo de trabajadores de todo el mundo
En noviembre del año pasado, miles de trabajadores de almacenes de Amazon de unos 40 países participaron en protestas y huelgas durante el Black Friday, uno de los días más ocupados del año para las compras en línea.
Los empleados de EU, Reino Unido, India, Japón, Australia, Sudáfrica y toda Europa exigieron mejores salarios y condiciones de trabajo, a medida que se profundiza la crisis del costo de vida, en una campaña denominada “Make Amazon Pay”. La campaña fue coordinada por una coalición internacional de sindicatos, con el apoyo de grupos ambientalistas y de la sociedad civil.
La tensión con los trabajadores ha sido un problema de larga data en el gigante del comercio electrónico, que ha enfrentado denuncias de prácticas laborales injustas, así como activismo de los empleados y campañas sindicales en algunas instalaciones. En lo que se consideró un momento decisivo, los trabajadores de un almacén en Staten Island, Nueva York, votaron a principios del 2022 para unirse a un sindicato advenedizo.