La posible combinación de un aumento del salario mínimo del 20 por ciento y la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales en México en 2024, iniciativas que están por discutirse en el Congreso, representarán una alerta significativa para las empresas en el país.
Algunas firmas ya toman previsiones para adaptarse a los posibles cambios, pero se estima que aproximadamente 300 mil empleos podrían estar en riesgo, en caso de una mala implementación.
“Hay una discusión en el Congreso sobre la reforma de pasar de 48 horas a 40 horas, si se aprueba tendrá un efecto importante en términos de cómo gestionamos nuestros gastos de nómina”, alertó Enrique Güijosa, director de finanzas de El Puerto de Liverpool.
Del 6 al 13 de noviembre se espera que se lleve a cabo la segunda ronda de parlamento abierto para la discusión de la reforma para reducir la jornada laboral de 48 a 40 horas semanales en la Cámara de Diputados.
Durante la primera ronda que se llevó a cabo del 16 al 23 de octubre el diputado del PRI, Tereso Medina dijo que la propuesta abre una oportunidad para combatir la informalidad y mejorar la productividad; en tanto que, el presidente de la Comisión Laboral del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), Lorenzo Roel consideró que se requerirán por lo menos 2.6 millones de trabajadores que laboren jornadas reducidas, lo que será prácticamente imposible de costear.
Armando Torrado, director general de la operadora de restaurantes y cafeterías, Alsea, reconoció que en Sudamérica y Europa ya operan con 40 horas semanales y en México estimó que su implementación podría representar un costo de 700 millones de pesos.
“Ya operamos con 40 horas en Sudamérica y Europa, (…) pero sí, eso representa 700 millones de pesos, es una cantidad grande. Estamos observando todos los detalles y otras cosas en las que estamos trabajando; ver cómo podemos compensar”, apuntó Torrado.
Chile y Colombia aprobaron este año la reducción de la jornada laboral a 40 y 42 horas semanales, respectivamente, una realidad operativa que ya enfrenta América Móvil, Bimbo y Alsea.
“No es algo nuevo o que solo sea en México; el aumento en salarios y la reducción de la jornada laboral están presentes en toda América Latina, (…) ya los hemos tenido (en otros mercados) a principios de año. Nos hemos centrado mucho en cuidar los costos para tener un muy buen control de los gastos en todas las operaciones”, expuso Daniel Hajj, CEO de América Móvil.
Para las productoras de alimentos su principal costo operativo es la materia prima, mientras que para las cadenas de autoservicio, departamentales y de servicio, los empleados representan su principal gasto, explicó Marcela Muñoz, subdirectora de análisis para Vector.
“Cuando hay cambios en la Ley tomamos medidas para minimizar el efecto y ser más productivos, (…) pero por supuesto tendrá un impacto o presión en nuestros gastos y si tenemos mayores cambios podemos tener un efecto de incremento en nuestros números”, comentó Rogelio Garza, director de finanzas para Grupo La Comer.
Asimismo, los directivos de FEMSA, dueños de Oxxo, señalaron la importancia de los trabajos de optimización que implementan en la cadena, y que de establecerse tanto la reducción de jornada laboral, como el incremento al salario, la economía se ajustará.
De acuerdo con la organización de investigación independiente World Population Review, el promedio anual de horas trabajadas en México es de 2 mil 148 horas, lo que lo convierte en el país con mayor exceso de trabajo en el mundo.
Se prevé que aproximadamente 300 mil empleos en México podrían perderse debido a un posible mal manejo en la implementación de la reducción de jornada laboral.
“Es crucial que las empresas minoristas anticipen estos cambios y comiencen a planificar cómo gestionarán la reducción de la jornada laboral en el retail. Esto incluye establecer planes de rotación de personal y determinar qué áreas de las tiendas y centros comerciales pueden adoptar horarios de trabajo flexibles. Además, enfocarse en aumentar la productividad en el sector retail es esencial, lo que podría requerir inversiones en innovación como en la IA y cambios en la gestión del tiempo de trabajo”, opinó Antonio Fajer, director general de la consultora Pentafon.
Aumento al salario de hasta 20%
Sobre el ajuste al salario mínimo, el directivo de Liverpool reveló que el sector privado está presionando por alzas salariales de 12.5 por ciento, pero lo más probable es que sea cerca del 20 por ciento, ya que será el último año de la actual administración federal; lo que se suma a la presión del punto porcentual extra que tienen que destinar a los planes de pensiones de los empleados.
“Seguimos viendo mucha presión sobre los gastos de nómina, probablemente tendremos, una vez más, un aumento de dos dígitos en el salario mínimo, que se anunciará en las próximas semanas”, señaló Güijosa.
Armando Torrado de Alsea indicó que con los ajustes de sueldo que se han presentado en los cuatro años de la administración general ya les han generado un conocimiento para manejar sus costos operativos, donde solo 30 por ciento de su personal gana el salario mínimo, principalmente camareros de Vips y los repartidores de Domino’s Pizza.
“De mantenerse la apreciación del tipo de cambio, las mejoras en margen bruto se podrían aún ver en 2024, y compensar ese incremento del gasto salarial de las reformas”, puntualizó Muñoz, de Vector.