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Exportaciones frenan impacto del ‘superpeso’ para automotrices

Industria mantiene su desempeño, pese a la apreciación histórica de la moneda mexicana frente a la estadounidense.

Las exportaciones récord y la fortaleza en la cadena productiva amortiguaron el impacto del ‘superpeso’ para la industria automotriz, que depende en gran medida de sus exportaciones para mantener su competitividad global.

A pesar de que la apreciación del peso frente al dólar representó algunos costos para empresas exportadoras el año pasado, la balanza comercial de la industria automotriz y de autopartes registró cifras históricas que ayudaron a contener los efectos, señaló Odracir Barquera, director general de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA).

“En términos de exportaciones, en 2022 rompimos récord con 165 mil millones de dólares y en 2023 volvimos a romper récord con 188 mil millones de dólares, el dato previo a la pandemia era de 147 mil millones, entonces no se está percibiendo un impacto tan considerable”, aseguró.

Enfatizó que el impacto del peso fuerte se ha visto ‘hasta cierto punto neutralizado’ por las importaciones que realizan las empresas para su producción y manufactura.

“No anticipamos que vaya a haber algún tipo de problemática por lo menos el resto de este año. El mercado estadounidense que es el 88 por ciento de nuestras exportaciones se está expandiendo y se está recuperando también, entonces eso nos ha ayudado mucho a mantener un ritmo creciente de exportaciones”, agregó.

Guillermo Rosales, presidente de la Asociación Mexicana de Distribuidores Automotores (AMDA) dijo a El Financiero que en ventas, los efectos del tipo de cambio no han surtido efecto y destacó que los precios de las unidades se han desacelerado desde 9 hasta 2 por ciento en los últimos dos años.


“Sí estamos observando cómo ha venido desacelerando el precio de los vehículos en México, desde el punto máximo que se alcanzó en el primer trimestre del 2022, en el cual llegaron a aumentar 9.3 por ciento a tasa anual”, dijo.

Rosales agregó que, en contraste, un tipo de cambio a la baja sí trae consigo afectaciones en los ingresos de algunas empresas, especialmente en las de autopartes donde se puede sentir de forma directa.

Sin embargo, insistió que hasta el momento se han descartado impactos importantes en la producción y exportación, debido a la fuerte demanda de Estados Unidos.

“Lo que sí es que un tipo de cambio a la baja, como para cualquier exportador, tiene un impacto negativo. En el caso de la industria automotriz el 90 por ciento del volumen de producción tanto de autopartes como de vehículos se destina a la exportación y en este caso los exportadores han visto disminuir sus ingresos”, declaró.

El año pasado el peso registró una apreciación histórica frente al dólar de 13 por ciento. Hasta la tercera semana de abril de 2024, la divisa local se vio afectada por el escalamiento del conflicto en Oriente Medio, sin embargo, se mantiene con valor de 17.1 unidades por dólar.

¿Competitividad en riesgo?

David Camposeco, director de asset allocation de Principal, explicó que el comportamiento del peso ha sido el resultado de un diferencial muy importante en términos de tasas de interés con EU, lo que se ha convertido en un buen negocio para los inversionistas internacionales.

Destacó que los costos por los efectos del tipo de cambio son muy bajos por la integración de las cadenas de valor. En ese sentido, aseguró que la industria se ha blindado en los últimos años, sin embargo, en un escenario de depreciación del peso a largo plazo, dijo que la competitividad del país podría verse afectada.

“Ahora, de mediano y largo plazos si fuera a permanecer el peso a estos niveles o más baratos, pues sí podría desincentivar inversiones a futuro. Sí estás pensando en abrir una planta automotriz en algún lugar del mundo, México se ve en el margen menos competitivo por el tipo de cambio”, dijo.

Los efectos del ‘superpeso’ en la industria han impactado en los costos de materias primas y de operaciones, comentó Sergio Argüelles, director general de Finsa.

“El tipo de cambio nos afecta en la materia prima, está más cara la construcción, las mismas empresas promueven mucho la competitividad de México dentro de los precios de exportación y eso se ha visto afectado por el peso tan fuerte, le ha reducido un 10 por ciento de competitividad a nuestras exportaciones”, concluyó.

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