Los planes de Aeroméxico para renovar su flota enfrentan sus primeras complicaciones derivadas de negociaciones laborales que impactarían sobre las proyecciones que la aerolínea contempló para trazar la sustitución de sus equipos Embraer por aeronaves MAX del fabricante Boeing.
Ada Salazar, secretaria general de la Asociación Sindical de Sobrecargos Aéreos (ASSA) de México, asegura que un preacuerdo de aumento salarial del 4.65 por ciento pone en jaque los planes de Aeroméxico presentados ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos para cotizar en Wall Street.
“Aeroméxico tenía muchas proyecciones de ampliación de flota; ahorita de alguna manera ya los pusimos en jaque”, dijo Salazar a El Financiero este jueves en el marco del anuncio de un preacuerdo salarial con la aerolínea.
¿A qué acuerdos llegaron Aeroméxico y el sindicato de sobrecargos?
La representante sindical explicó que Aeroméxico se había pronunciado por mantener pernoctas para vuelos transatlánticos, Europa y Asia, de solo 24 horas, como estaba acordado en el acuerdo Covid-19.
Con los acuerdos labores alcanzados entre la Asamblea de sobrecargos y Aeroméxico, la pernocta en vuelos de largo alcance volvería a 48 horas, una condición operativa que reduce el margen de la aerolínea en la planeación del rol de sus tripulaciones.
“Para la empresa era importantísimo tener esas 24 horas de colchón, que se traduce en operación, en disponibilidad para poderlo mover a sus necesidad operativas”, agregó Salazar.
El preacuerdo alcanzado contempla aumento en prestaciones del orden del 23 por ciento, además de al menos 5 mejoras económicas para los sobrecargos del contrato B de la línea aérea
La propuesta de aumento salarial será votada por la totalidad de asistentes de vuelo de la aerolínea.
Aeroméxico tiene un contrato colectivo de trabajo con dos líneas: el A con mayores beneficios económicos y que es calificado por ASSA como el contrato “caro” y el B, que es hasta 60 por ciento menor.
“Tenemos que compensar, pagar un poco más a los del contrato B, por darles más calidad de vida. El contrato A ya tiene sus beneficios”, dijo Salazar.
De los 3 mil 120 sobrecargos de Aeroméxico, el 35 por ciento tiene el contrato B, que entró en vigor después del 17 de septiembre del 2024.
El preacuerdo, que fue celebrado por la aerolínea, podría ser votado el 25 de junio y, en caso de no ser avalado por la mayoría de los sobrecargos, implicaría una nueva negociación con un emplazamiento a huelga prorrogado para el 1 de julio.