La semana pasada, la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aceptó discutir la iniciativa para prohibir la minería a cielo abierto, lo que encendió las alarmas en la industria extractiva, que demanda un parlamento abierto antes de aprobar una reforma que advierten, generará desabasto de mientras esenciales en Norteamérica, además de acusar un impacto fiscal de alrededor de 30 mil millones de pesos en aportaciones a Hacienda por parte de las empresas.
Luis Noriega, presidente de la Cámara de Comercio del Canadá en México (CanCham México) dijo a El Financiero que las mineras provenientes del país de la hoja de maple que operan en territorio mexicano ven esta iniciativa con preocupación, por lo que desde el organismo buscarán expresar a las autoridades mexicanas las inquietudes que tienen empresas mineras como Torex Gold, Newmont, Argonaut Gold, Pan American Silver, entre otras que operan en el país.
“Nuestra función es tratar de encontrar la forma de generar el diálogo, un diálogo productivo que nos permita expresar nuestra preocupación, pero al mismo tiempo escuchar las preocupaciones de las autoridades para atender las y así tener un diálogo sano que no afecte a ningún actor clave de esta industria”, señaló Noriega en entrevista.
Pedro Rivero González, presidente de la Cámara Minera de México (Camimex) aseveró que la prohibición preocupa a los asociados que hacen un llamado al diálogo.
“Creemos que es necesario tener un foro con una conversación abierta para entender realmente cuáles son las preocupaciones hacia la minería a cielo abierto. Estamos preparados para tener una conversación porque creemos que la actividad minera es muy importante para el país”, aseguró a El Financiero.
La minería a cielo abierto es muy importante para el país, no sólo porque que 60 por ciento de la producción en México proviene de esta técnica extractiva, sino además porque la prohibición de esta actividad compromete más de 30 mil millones de pesos en diversas aportaciones fiscales para el gobierno federal, así como por una posible contracción económica estimada en 250 mil millones de pesos anuales (-1 por ciento del PIB Nacional).
“Realmente debemos fomentar el diálogo antes de que se apruebe, hace falta un mejor entendimiento de lo que es la minería a cielo abierto; la propuesta debe dejar espacio para mejorar estándares de operación, que las empresas demuestren que no están contaminando y si lo están haciendo, tomen acciones para mitigar los impactos. La reforma se debe enfocar en resolver los problemas que hay y no tanto en prohibir”, aseguró Alfredo Phillips Greene, consultor independiente de minería.
Recordó que el lema del presidente ha sido: “Prohibido prohibir”, de tal forma que en el caso de la minería a cielo abierto se debería seguir el mismo camino, ya que centros productivos de minería a cielo abierto apenas ocupan el 0.3 por ciento del territorio nacional.
Según la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (AIMMGM), los 24 mil títulos de concesión minera que se han otorgado en México ocupan penas el 8.59 por ciento del territorio nacional y no el 70 por ciento como lo ha señalado el presidente López Obrador.
De ese territorio concesionado, sólo el 0.10 por ciento corresponde a centros productivos de minería (0.7 por ciento subterráneos y 0.3 por ciento a cielo abierto).
En un sector tan importante como la minería, se debe pensar en tres temas antes que pensar prohibir, primero se debe pensar en prevenir, después en mitigar y finalmente en compensar los impactos ambientales. Toda actividad humana contamina y la solución no está en la prohibición”, reiteró Phillips.
Preocupa independencia de minerales en la región
La preocupación de prohibir la minería a cielo abierto no sólo es una preocupación a nivel nacional, es una preocupación que impacta en Estados Unidos y Canadá, ya que el abasto de minerales clave es fundamental para alcanzar metas de transición energética.
“La actividad minera aporta mucho al país y a toda la región norte, desde el punto de vista de la transición energética, los metales que aporta la minería mexicana y los que va a aportar en el futuro son fundamentales para la independencia no sólo de México, sino de todo el bloque norteamericano. Creo que si se prohíbe la minería a cielo abierto, estaríamos afectando a nuestros socios más importantes como lo son Canadá y Estados Unidos”, alertó Rivero.
A pesar de la incertidumbre que hoy tiene la industria minera en México por la posible prohibición de la minería a cielo abierto, el reglamento de la Ley Minera aprobada en abril de 2023 y el retraso en el otorgamiento de concesiones, los actores del sector confían en que Claudia Sheinbaum abrirá un diálogo.
“Yo sí creo que el próximo gobierno va a ser un gobierno mucho más basado en la ciencia que en el dogma, en la intuición política y en lo que se vende políticamente. Eso me da la esperanza de que estas cosas se vayan resolviendo poco a poco”, dijo Alfredo Phillips.