Los taxis concesionarios de los aeropuertos del país, en particular los que operan en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) son más costosos en comparación con otros servicios de transporte, como el taxi libre y los de aplicación; pero, ¿cuáles son las razones de ello? ¿Está justificado el precio cobrado a los usuarios?
Para comenzar, en el AICM hay mil 500 automóviles registrados como concesionarios, integrantes de once asociaciones de transportistas, que fungen como el transporte regulado por el mismo puerto aéreo, detalla en entrevista exclusiva para El Financiero, el contralmirante José Rivera Parga.
Por cada unidad, hay al menos tres conductores, que cubren un horario para operar durante todo el día. Así, por lo menos 5 mil choferes atienden el servicio concesionario de transporte en el ‘Benito Juárez’, del que dependen al menos 20 mil personas.
Rivera Parga admite que el servicio de taxis del AICM es más caro, pero indica que el precio está justificado y basado en una serie de costos que los taxistas deben asumir.
Estas son las razones por las que los taxis del AICM son más caros
De inicio, no es el AICM quien fija las tarifas de los traslados, sino el Instituto de Administración y Avalúos de Bienes Nacionales (INDAABIN).
“Hay una cuota oficial establecida, tiene sentido”, apunta el director general del AICM.
¿Por qué tiene sentido? Los taxistas concesionarios del aeropuerto fijan sus tarifas conforme a las cuotas autorizadas, las cuales consideran que los choferes del aeropuerto no pueden realizar viajes intermedios o cargar pasaje como lo hacen, de forma habitual, los taxis libres o los de aplicación.
“El taxista que sale de aquí (AICM) va lleno de pasaje y se regresa vacío porque no tienen derecho de recoger pasaje. El taxi de aquí va a Santa Fe y regresa vacío”, detalla Rivera Parga.
Además, no cualquier vehículo puede operar en el AICM. La propia autoridad regula las dimensiones de los automóviles y estos deben conservarse en buenas condiciones, por lo que no pueden operar si no cumplen con un estado correcto del taxi.
Adicionalmente, el autotransporte federal debe contar con placas especiales para operar dentro de los aeropuertos.
Según datos del Gobierno federal, las placas oscilan entre los 3 mil 402 pesos y los 4 mil 18 pesos, esto según la modalidad de trámite, ya sea en línea o presencial.
Asimismo, el reglamento en la materia establece que los choferes deben realizarse un examen psicofísico, el cual cuesta alrededor de 2 mil 104 pesos; dependiendo de la edad de los conductores, se debe hacer una o dos veces al año.
La licencia federal también es un requisito que debe ser cubierto por los choferes, así como la concesión misma y engomados tramitados ante el AICM para que puedan fungir como transporte especial.
Las agrupaciones de taxistas también cobran una cuota de afiliación para los taxistas.
“Las regulaciones están dadas de tal manera que el vehículo del taxi del aeropuerto está por encima de otros servicios”, remarca Rivera Parga.