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Nissan recorta 9 mil puestos de trabajo y reduce 20% su producción mundial

La empresa japonesa Nissan va a vender parte de su participación en Mitsubishi; la compañía lleva ya varios meses en su plan de recuperación.

Nissan está pasando apuros en China, el mayor mercado automovilístico del mundo. (Bloomberg)

La lucha de Nissan para enfrentar las condiciones más duras de la industria automotriz y abordar las debilidades dentro de su negocio se ha disparado, dejando al fabricante de automóviles sin otra opción que recortar la nómina, la producción y sus previsiones para este año fiscal.

La empresa japonesa despedirá a 9 mil trabajadores en todo el mundo y reducirá su capacidad en una quinta parte, entre otras medidas de reducción de costes, después de que sus beneficios netos cayeran un 94 por ciento en el primer semestre. Nissan también venderá parte de su participación en Mitsubishi Motors tras haber gastado 448.300 millones de yenes (2.900 millones de dólares) en efectivo durante los últimos seis meses.

Los desastrosos resultados serán costosos para el director ejecutivo Makoto Uchida, que perderá la mitad de su remuneración a partir de este mes. El director ejecutivo dijo a los inversores que Nissan se ha visto afectada “no solo por los desafíos externos, sino también por nuestros problemas específicos”, aludiendo tanto al vertiginoso ascenso de los fabricantes de automóviles chinos como a los objetivos de ventas excesivamente ambiciosos de Nissan.

“Alcanzar nuestras metas de ventas será un desafío”, dijo Uchida. “Necesitamos recuperar nuestra fuerza para poder avanzar hacia una dirección más positiva”.

Nissan prevé ahora que sus ingresos operativos se desplomen hasta los 150.000 millones de yenes en el ejercicio fiscal que finaliza en marzo, 70 por ciento menos que su previsión anterior. La dirección también ha reducido sus previsiones de ingresos en más de 9 por ciento, lo que significa que ahora esperan un crecimiento prácticamente nulo para el año.

Uchida ha estado al mando desde 2019, cuando Nissan afrontaba una crisis existencial tras la salida del expresidente Carlos Ghosn. Ha tenido problemas para enderezar el rumbo al enfrentarse a una dura competencia de empresas como Tesla y la china BYD, lo que ha dejado a la empresa rezagada entre los principales fabricantes de automóviles japoneses.


“Nissan es la más débil”, dijo James Hong, analista de Macquarie Securities Korea. “La única manera de que la empresa mejore sus ventas es mediante recortes de precios”.

Nissan vende su participación en Mitsubishi

Nissan venderá casi un tercio de su participación en su socio Mitsubishi Motors, lo que reducirá su participación actual de poco más del 34 por ciento. La participación de aproximadamente el 10 por ciento que Nissan ofrecerá a través de la Bolsa de Tokio valía unos 68.600 millones de yenes al cierre de las operaciones de este jueves.

Nissan lleva alrededor de ocho meses de un plan de recuperación de tres años destinado a revitalizar el negocio, aunque ya había dado marcha atrás a principios de este año. En julio, la empresa redujo su previsión de beneficios operativos anuales a 500 mil millones de yenes, desde 600 mil millones de yenes, debido a las bajas ventas en China, Japón y América del Norte.

Las ganancias del trimestre que finalizó en septiembre fueron de ¥32 mil millones, muy por debajo de las estimaciones de consenso de ¥65 mil millones y aún más lejos de los ¥208 mil millones obtenidos hace un año.

“La caída de las ganancias del segundo trimestre no fue una sorpresa, pero la cifra en sí fue incluso menor de lo esperado”, dijo el analista de Bloomberg Intelligence Tatsuo Yoshida. “El principal problema es la brecha entre lo que la compañía quería lograr y lo que era realistamente posible”.

Los planes que ha presentado Uchida incluyen expandir la línea de vehículos eléctricos de Nissan, forjar nuevas asociaciones y vender un millón de autos adicionales al año para 2027. Pero los analistas han dicho que la nueva línea de la compañía carece de entusiasmo y de suficientes modelos híbridos, un problema cuando la demanda de los consumidores por vehículos eléctricos está disminuyendo.

“La demanda de híbridos es lo que permite a Toyota y Honda disfrutar de una fuerte rentabilidad”, afirmó Hong, de Macquarie. “Esa estrategia también necesita ser revisada”.

Al igual que muchos fabricantes de automóviles tradicionales internacionales, Nissan está pasando apuros en China, el mayor mercado automovilístico del mundo. En junio, la compañía anunció que suspendería la producción en una planta de Changzhou en medio de una caída de las ventas.

A principios de este año, Nissan redujo su meta de producción para el año fiscal actual en 50.000 unidades, a 3,65 millones de vehículos. Con una caída de las ventas globales de casi un 4%, a 1,6 millones de unidades entre abril y septiembre, alcanzar esa cifra podría ser un desafío.

En marzo, la empresa acordó con Honda Motor Co. y Mitsubishi Motors trabajar juntos en el desarrollo de software interno. Esto podría enfrentar al trío con Toyota Motor Corp. y su alianza con Subaru Corp., Suzuki Motor Corp. y Mazda Motor Corp.

Uchida no ofreció más detalles sobre la alianza el jueves. Los recortes de empleo que anunció ascienden a alrededor del 7% de la fuerza laboral de Nissan.

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