Volkswagen pondrá fin a sus actividades en Xinjiang, cediendo a la presión de los inversores preocupados por posibles abusos de los derechos humanos en la región occidental de China, que respondió a la amenaza de aranceles de Donald Trump.
La empresa alemana de automóviles SAIC Motor Corp. venderá una pequeña planta en Urumqi a una unidad de la empresa estatal Shanghai Lingang Economic Development, anunció VW el miércoles. El fabricante también ampliará su asociación con SAIC por una década más, hasta 2040.
VW ha respondido a preguntas incómodas sobre su presencia en Xinjiang debido a las acusaciones de Estados Unidos y otros países de que China ha llevado a cabo trabajos forzados para uigures y otras minorías musulmanas en la vasta región. Pekín ha negado vehementemente las acusaciones y ha afirmado que su programa, que tiene como objetivo mejorar el nivel de vida de las minorías étnicas, ha sido malinterpretado.
Las acciones de VW cotizaban prácticamente sin cambios en las primeras operaciones, cayendo un 0.4 por ciento a las 9:34 am en Frankfurt. La acción ha caído un 28 por ciento este año, ya que el fabricante de automóviles contempla recortes de empleo generalizados y posibles cierres de fábricas en medio de una caída en la demanda de vehículos eléctricos.
¿Desde cuándo tienen problemas los fabricantes de autos en China?
VW ha tenido problemas en China en particular, donde ahora dominan marcas nacionales como BYD, cuyos ingresos superan a nivel mundial a Tesla. Para 2030, SAIC Volkswagen introducirá un total de 18 nuevos modelos en el mercado, incluidos ocho nuevos vehículos eléctricos.
Los fabricantes de automóviles han quedado en el punto de mira en repetidas ocasiones, ya que su compleja cadena de suministro, que normalmente incluye una extensa red de proveedores y subproveedores, hace que sea fácil ocultar el origen de un producto. En febrero, las autoridades estadounidenses bloquearon la importación de miles de modelos Porsche, Bentley y Audi porque contenían un componente chino que violaba las leyes estadounidenses contra el trabajo forzoso.
La planta de Urumqi, que emplea a 175 trabajadores, no fabrica coches, sino que realiza los controles de calidad finales de los vehículos ya montados que luego se envían a los concesionarios de la región. La empresa de VW también venderá pistas de pruebas en Turpan y Anting al mismo comprador.
A fines del año pasado, Volkswagen dijo que los auditores independientes no encontraron señales de trabajo forzado en la planta conjunta, lo que llevó a la agencia de calificación estadounidense MSCI a quitarle la “bandera roja” a la acción. Sin embargo, VW dijo en febrero que estaba revisando nuevamente sus actividades allí después de que surgieran informes que citaban nuevas evidencias, como fotos de trabajadores uigures con uniformes militares chinos.