Una mala planeación y la escasez de oferta de créditos desarrollados para empresas y Pymes han sido obstáculos para que cerca de la mitad de las pequeñas y medianas unidades económicas del país no logren aumentar su producción ni escalar su base de clientes, lo que los lleva a tomar decisiones erróneas.
El estudio Reporte de Crédito Anual de Konfío, firma dedicada a otrogar créditos a la medida para empresas, señala que en el país 8 de cada 10 microempresarios han manifestado que recurren a los créditos personales para invertir en su negocio, debido a la velocidad de respuesta más alta contra la de los créditos empresariales y el respaldo de las instituciones crediticias que les genera mayor confianza.
Pero esta situación puede representar el primer paso de una mala planeación financiera empresarial, ya que, según el reporte, si bien por sus características podría representar una opción de financiamiento accesible, los términos y condiciones en que se realizan estos préstamos impactan a la larga de manera negativa en las operaciones.
"Los créditos personales sirven para resolver problemas financieros en el hogar, y la forma de liquidarlos es a través de los ingresos de esa persona en su empleo. Si los empresarios solicitan estos créditos personales para invertir en su negocio, además de arriesgarse a no poder cumplir con el pago del crédito si su negocio no obtiene buenos resultados, ponen en peligro su patrimonio personal y empresarial", explicó David Arana, fundador y CEO de Konfío.
La segunda razón que deriva en un estancamiento es la falta de control administrativo y el mal uso que se le da al crédito. Arana indica que cuando una Pyme logra acceder a un crédito, sea empresarial o personal, en lugar de invertirlo en activos que representen una oportunidad de crecimiento, ya sea renovación de su equipamiento, atracción de talento o tecnología, en la mayoría de los casos se utiliza para el gasto corriente, como una manera de paliar una falta de ingresos de la empresa.
"Apenas el 50.48 por ciento de los empresarios utilizan el crédito para alcanzar sus objetivos estratégicos, que les puedan brindar un balance estable de ingresos y egresos, y lograr con ello un crecimiento y desarrollo del negocio", dijo.
"Cuando se juntan la escasez de opciones financieras y la falta de educación financiera para pequeños empresarios, el resultado es este panorama de estancamiento en que se encuentran gran parte de las Pymes del país", señaló el directivo.
Según el Reporte de Inclusión Financiera 2017 realizado por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, en México hay 504 contratos de crédito individual por cada mil adultos, lo que indica una caída del 2 por ciento respecto a los datos de 2016, al pasar de 51 millones a 49.8 millones. En el país, según Inegi, el 99.8 por ciento de las empresas son Pymes y generan el 75 por ciento de los empleos.